El plan urbanístico del complejo de Bofill no está resuelto

El proceso de expropiación de los terrenos sobre los que se pretende edificar, junto al nuevo hospital La Fe de Valencia, el futuro centro comercial Oceanic, presentado el miércoles por el arquitecto Ricardo Bofill, dificulta el inicio de las obras "dentro del plazo previsto para el primer trimestre de 2013". El expediente sigue en la Unidad de Gestión Urbanística del Ayuntamiento de Valencia pendiente del informe de la Oficina Técnica y Administrativa para sacarlo de nuevo a exposición pública. "Desde que el Ayuntamiento presentó el proyecto el 11 de marzo de 2008, han pasado casi cuatro años y no hay ni colectores, ni nada urbanizado", advierte el Grupo de Compromís. El edil Joan Ribó tachó ayer la presentación de la alcaldesa Rita Barberá, que el miércoles compareció junto al arquitecto y un representante de la multinacional Unibail-Rodamco, promotora del proyecto, de "cortina de humo para distraer la atención de los escándalos que afectan a su gestión". Ribó citó "Emarsa, el caso Urdangarin y, cómo no, el de Feria Valencia".

Tasa financiera

Compromís presentó ayer las enmiendas al Presupuesto del 2012. Unos presupuestos que calificó "casi de guerra", ya que los recortes -de hasta 775.000 euros- se ceban en las entidades sociales, culturales y vecinales. Es el caso del Centro de Investigación Príncipe Felipe, Fundación VEO, Consorcio de Museos, las sociedades musicales, etcétera. Por contra, se mantiene un gasto de unos 6 millones solo en exceso de consumo lumínico, flores y escoltas.

Barberá gastó en 2010 hasta 139.000 euros en tres cambios de flores del Pont de les Flors; destina más de 1 millón de euros en escoltas y coches oficiales pese al cese del fuego de ETA y tiene el historial de consumo eléctrico más alto en kilovatio por hora per cápita, con un 93,67%. "Si redujera el consumo a niveles de Madrid (61,5 Kw/h) se ahorrarían 4 millones de euros y 5,2, a niveles de Barcelona (57,4 Kw/h)".

Compromís no consiente que la "Valencia de postal" que vende Barberá reduzca de nuevo el presupuesto de limpieza, que acumula dos caídas de casi el 20%. Las enmiendas aumentan los ingresos recortando las "partidas innecesarias" para recuperar el nivel de gasto en los capítulos arriba citados, cuya inversión prevista es de "cero euros". Para ello, plantea que los coches de gran potencia paguen más y gravar con 450 euros los cajeros que ocupan la vía pública, como Torrent o Xirivella.