Diputados de ICV plantan al juez y no declaran por el cerco al Parlamento
"Quienes hacemos leyes debemos colaborar con la justicia", replica el PSC
Dos diputados de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) plantaron ayer al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que debía tomarles declaración como testigos por el cerco al Parlamento catalán del pasado mes de junio, en el que participaron decenas de indignados del Movimiento 15-M. Joan Boada y Salvador Milà eludieron su obligación con el argumento de que ni denunciaron los hechos ni se sienten perjudicados por los actos de acoso a los diputados.
Los ecosocialistas han querido evitar así una fotografía incómoda: la de dos de sus diputados accediendo al Palacio de Justicia de Barcelona en medio de los silbidos y abucheos de unas 200 personas, que se concentraron toda la mañana en apoyo a la veintena de personas imputadas por un presunto delito contra las instituciones del Estado, castigado con penas de tres a cinco años. Se trata de un gesto político que busca congraciarse con el 15-M, un colectivo que ICV considera parte de su electorado. Los diputados no llegarán a las últimas consecuencias. Cuando el juez les cite de nuevo -ya en Madrid-, acudirán para evitar incurrir en un delito de desobediencia.
La decisión de Iniciativa rompe el consenso de las fuerzas políticas sobre el bloqueo del Parlamento y fue criticada por otros partidos. Ayer declararon como testigos ocho diputados que en junio fueron insultados y zarandeados cuando trataban de acceder a la Cámara catalana para votar los Presupuestos. "Respeto la opinión de cada uno, pero no la comparto y por eso estoy aquí. Creo que los que hacemos las leyes somos los primeros que debemos colaborar con la justicia", dijo la exconsejera de Justicia Montserrat Tura (PSC), que también lanzó guiños al movimiento de los indignados: "La mayoría de las personas tuvieron una actitud respetuosa. Pero quienes me empujaron, me escupieron y dañaron mi vestuario prostituyeron el 15-M", dijo tras la vista.
Pese a la convocatoria de indignados, bajo el lema parar la Audiencia de Barcelona, y el enorme despliegue policial, en la calle apenas hubo incidentes. Los diputados accedieron entre insultos, pero sin mayores complicaciones, por la puerta principal del edificio. Durante el interrogatorio, algunos diputados de Convergència i Unió confirmaron que ese día sintieron miedo y se vieron coaccionados.
La defensa de los imputados sostiene que el despliegue policial no garantizó la seguridad de los diputados, que tuvieron que acceder al Parlamento a pie y entre los manifestantes. El bloqueo obligó al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a miembros de su Gobierno a entrar en el recinto en helicóptero. Mas responderá por escrito al juez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.