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Sabadell estudia compensar a buenos clientes de la CAM que tienen cuotas participativas

Íñigo de Barrón

Días antes de la venta de la Caja Mediterráneo (CAM) al Banco Sabadell en pública subasta, las cuotas participativas de la caja de ahorros registraron subidas espectaculares. Los especuladores, incluidos algunos fondos buitre, dieron por hecho que el comprador pagaría el precio de cotización. Parecía tirar a balón parado, pero no ha sido así.

Según fuentes del mercado, el Banco Sabadell no atenderá a estos inversores que entraron poco antes de la operación. El contrato de compraventa no obliga a responder de estas cuotas y ejercerá las cláusulas legales. Las cuotas fueron emitidas por la caja de ahorros y esta no ha sido adquirida por el Sabadell. "Tal y como está diseñado el proceso, es de prever que las cuotas participativas no tengan valor económico significativo", advertía el banco en su nota.

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Sin embargo, entre los 50.000 tenedores de cuotas participativas distinguirá a los clientes relevantes de la caja. Con ellos podría negociar algún tipo de compensación para evitar que perdieran toda su inversión. En el mercado se da por seguro que tendrá esta actitud comercial, que puede ampliar a los empleados que también tienen cuotas participativas. "El daño que le podrían causar los buenos clientes enfadados si se llevan su dinero será mayor que lo que pueda destinar a compensarles", explica un ejecutivo de otra entidad. No obstante, el Sabadell todavía no tiene datos sobre las cuotas porque están en manos de la caja CAM.

Por otro lado, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Elena Salgado, recordó ayer que las decisiones que se tomen respecto a las cuotas participativas de la CAM son competencia del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Dejemos al Banco de España, a la CNMV y a la propia CAM que nos indiquen cuáles son los próximos pasos a dar", dijo Salgado al ser preguntada por el futuro de las inversiones de quienes compraron cuotas participativas de la CAM, que son títulos similares a las acciones pero sin derechos políticos.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.
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