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El asilo de Buñol denuncia impagos del Consell

Trabajadores de La Saleta, empresa que gestiona la residencia de la tercera edad de Buñol y parte del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de Valencia, denunciaron ayer impagos por parte de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia que afectan a 160 trabajadores y 200 usuarios.

La dirección de la empresa ha comunicado a los empleados del centro privado-concertado de Buñol que no van a cobrar la nómina de noviembre porque la Consejería de Justicia y Bienestar Social les adeuda 11 millones de euros y "no ha pagado los últimos 16 meses", según indican trabajadores afectados. La residencia cuenta con 78 empleados y 108 internos.

En el caso de la ayuda a domicilio, el número de trabajadores afectados por impagos asciende a 80. En este caso, según las mismas fuentes, el deudor es el Ayuntamiento de Valencia. Los empleados van a cobrar un 85% de la nómina de noviembre y "no les han garantizado el mes de diciembre, además de que la extra de Navidad la cobrarán, si la perciben, en marzo".

En opinión de los trabajadores, la situación no les perjudica solo a ellos, sino también a las personas mayores que reciben los servicios, porque "ya nadie puede garantizar qué tipo de comida van a recibir o si habrá pañales o no para ellos, por ejemplo". "Estamos indignados y preocupados porque no llegamos a fin de mes y ahora nos dicen que no vamos a cobrar. Encima en fechas cercanas a las Navidades", afirman.

Encierro en La Fe

Los impagos y las "malas condiciones laborales" motivaron también el encierro en el vestíbulo de la dirección del personal de limpieza del hospital La Fe de Valencia a cargo de la empresa Esabe. "Ni paga ni cubre las bajas del ya reducido personal", denunciaron los empleados, que criticaron la "irresponsabilidad", las "constantes irregularidades" y la "caótica gestión" de Esabe, Limpiezas Integrales, que establece "una carga de trabajo desproporcionada para el personal contratado", según indicó CC OO en un comunicado.

"Nosotras nos echamos a la espalda nuestro trabajo, asumimos que la calidad de este servicio es fundamental, y así vamos cayendo enfermas una detrás de otra", indicó María Jesús Antón, de la Federación de Actividades Diversas del sindicato, quien destacó que "la desproporción entre la carga de trabajo y el personal destinado es vergonzosa", especialmente tras el traslado a Malilla.

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