Las puntadas de Rajoy
El futuro presidente del Gobierno deshoja todas las posibilidades antes de aclarar la formación del equipo económico mientras se reúne con los principales banqueros
El encuentro que mantuvieron entre semana Mariano Rajoy y Rodrigo Rato ha centrado la atención general. Con todas las especulaciones que se están haciendo sobre el nombre del futuro vicepresidente y ministro de Economía, la cita tuvo mucho morbo y expectación, entre otras cosas porque alguien se encargó de difundirlo. Pero todo parece indicar que la entrevista entre los exvicepresidentes de José María Aznar tenía más de consulta sobre la reforma financiera que sobre la cartera de Economía.
Si hablaron de esto, solo ellos dos lo saben. Lo que sí parece claro es que lo hicieron sobre la conveniencia de crear un banco malo que agrupe todos los activos problemáticos de la banca, de lo que Rajoy se ha pronunciado en contra y el presidente de Bankia, partidario, porque la entidad dejaría limpio el balance de elementos tóxicos. Rajoy prefiere que se potencien las fusiones, un proceso en el que estaría involucrado la propia Bankia y para la que ya se le han buscado parejas con los grandes: La Caixa, BBVA y Santander. Dicen que todo es posible y, a veces sin mucho fundamento, colocan a Rato en la más alta cúpula, incluido al frente de Repsol, en un acuerdo con La Caixa.
También Rajoy ha pedido opinión a Isidro Fainé, presidente de la entidad catalana, y a Francisco González, del BBVA, con los que ha hablado tanto antes como después de las elecciones sobre estas cuestiones del sector. Emilio Botín, con el que Rajoy tuvo una larga sentada meses atrás en Santander, ha estado en Brasil esta semana, pero al cabo de la calle de los movimientos de Rajoy.
La preocupación por la reforma financiera es palpable. Si no, no se entienden estas reuniones tan urgentes antes que hacerlo con las fuerzas sociales y de que se conozca el titular de Economía, para lo que parece existe una presión efectiva de los mercados. Precisamente, el lunes se especuló que lo podía avanzar tras la Ejecutiva. Falsa alarma.
La vicepresidencia económica tiene que ser una de las partes sólidas del Gobierno y por eso Rajoy tiene mucho miedo en fallar.Es verdad que Rato configura el perfil que se busca en estos tiempos en Europa, de la misma forma que se buscó en Italia y Grecia a tecnócratas para presidir los Gobiernos, aunque en este caso sería más político que tecnócrata. Es decir, la solución teórica para calmar los mercados, aunque su marcha precipitada del FMI no dejara muy contentos a muchos.
Otro que puede dar un perfil convincente es Josep Piqué, que fue ministro de Exteriores y de Industria, además de portavoz, con Aznar, y tiene experiencia internacional suficiente. Por los mentideros corren otros nombres, ya casi clásicos: Cristóbal Montoro, Luis de Guindos, Manuel Pizarro, Jaime Caruana, José Manuel González Páramo... Alguno de ellos con experiencia en bancos centrales, pero quizá con poco peso político.
Pero, además de Economía, es preciso crear un equipo compacto. Bajo la percha de Economía debe colgar luego una estructura firme, en la que se espera una persona fuerte en Hacienda (¿Elvira Rodríguez?) y otra valiente (u otras) para el área sociolaboral, ya que se da por seguro que se volcará en reformas como la del mercado de trabajo, las pensiones y la cuestión sanitaria, en la que el copago está en primera línea de fuego, con la patronal y los think tanks de la derecha exigiéndolo. Rajoy deberá contar con alguien muy conectado con ese mundo y a la vez duro. Tal vez Ana Pastor, de su máxima confianza, da el perfil; pero también -y posiblemente más- lo da para la presidencia del Congreso de los Diputados (ha sido vicepresidenta la pasada legislatura). Para rematar está la reforma de la Administración Pública, de la que tanto se ha hablado en campaña y que parece que recaerá en una vicepresidencia política.
El cambio de modelo productivo es otra de las exigencias dentro del área económica. Eso exigirá contar con un Ministerio de Industria e Innovación (o como quiera llamársele) con entidad. Rajoy tendrá que definir claramente el lugar que ocuparán áreas tan importantes como Comercio y Turismo; es decir, si siguen ligadas a Industria o tendrán recorrido propio. La internacionalización de la empresa parece vital en estos momentos. Y, en ese sentido, es imprescindible una conexión mayor con Exteriores. Es una asignatura pendiente que nunca acaba de resolverse.
Asimismo, Rajoy quiere recuperar Agricultura. Medio Ambiente volvería a la órbita de Fomento, el departamento más gastador que tendrá que pasar una etapa de contención a la espera de mejores tiempos. Rajoy tiene muchos compañeros para cubrir esas carteras, para que se habla, además de alguno de los citados, de Alberto Ruiz-Gallardón, Miguel Arias Cañete, Íñigo Méndez de Vigo, José Manuel García Margallo..., alguno de ellos eurodiputados muy familiarizados con las políticas comunitarias.
Endesa, universalmente destacada en Chile
"En Chile somos una empresa chilena, que trabaja para acompañar el desarrollo y las necesidades del país mediante proyectos amigables con el medio ambiente, respetuosos de las comunidades, innovadores y lo más importante, sustentables". Con estas palabras, Borja Prado, presidente de Endesa, resaltó el compromiso de su empresa con el país al recibir el premio al Empresario Universalmente Destacado 2011 que entrega la Cámara Española en Chile. Olvidándose viejos conflictos surgidos por la construcción de presas en territorio mapuche, Prado destacó que "Chile es la piedra angular de nuestra presencia en la región: acá está el holding, las líneas de negocio y el capital humano que lidera nuestra apuesta de largo plazo", detalló.
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