Alarte: "Seamos valientes para abrir las puertas del partido"

El secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, apeló ayer, durante la maratoniana sesión del Comité Federal del PSOE, a no tener miedo al debate. "Seamos valientes. Que todo el mundo se exprese con libertad y que todo el mundo que quiera optar a la secretaría general lo diga", aseguró. "Y hagamos un congreso para hablar de liderazgos, pero no solo de liderazgos, porque también son necesarios equipos, recuperar dirección, proyectos, ideas... Seamos valientes. Que sea posible discutirlo todo desde esa responsabilidad, unidad y compromiso con el futuro del PSOE, que es un gran futuro".

El líder del PSPV-PSOE, que la noche del viernes reunió a la delegación valenciana en el Comité Federal para consensuar las líneas maestras de su intervención, coincidió con muchos otros miembros del máximo órgano de decisión, que convocó el próximo congreso ordinario del PSOE los días 3, 4 y 5 de febrero en Sevilla, en que la grave derrota electoral del pasado 20 de noviembre tuvo su causa en la durísima coyuntura de la crisis económica. Por eso agradeció a Alfredo Pérez Rubalcaba y a los cabezas de lista valencianos, Inmaculada Rodríguez-Piñero, Leire Pajín y Joaquim Puig, que dieran la cara "en un tiempo difícil y complicado".

El líder valenciano plantea volver a ser un "movimiento de transformación"

Sin embargo, Alarte apuntó que no se explicaron bien las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis y constató "la perplejidad de muchos votantes socialistas", que apoyaron en 2008 un programa electoral y las circunstancias obligaron a cambiarlo sin que se haya explicado en profundidad ese cambio.

Además de reclamar un discurso unitario de la socialdemocracia en el contexto europeo, Alarte apostó por un cambio de actitud. "Seamos valientes también", dijo, "para abrir las puertas del partido" y añadió: "Somos un partido político pero nos ha ido siempre muy bien cuando además de ser un partido político hemos sido un gran movimiento de transformación y de avance para España. Si en algún momento hemos transmitido vigor y capacidad de ser fuertes era cuando nosotros pedíamos el 0,7 a la puerta de los ministerios, e íbamos a Galicia a ser solidarios con los afectados por el chapapote, cuando hemos ocupado el papel de movimiento social de transformación de España a la vanguardia, y no sólo como partido político".Antes de ofrecer su total apoyo a la organización de Andalucía, que se enfrenta a unas inciertas elecciones autonómicas dentro de unos meses, actitud en la que abundaron la mayoría de los intervinientes, Jorge Alarte afirmó: "Lo importante no es pelearnos por quién va a ocupar una silla u otra; los socialistas valencianos hemos cometido este error muchas veces, y no sirve para nada. Lo importante es dirigirnos a la gente y no centrarnos en las formas".

Alarte concluyó: "A la gente, en el fondo, nuestras formas le importan poco. Lo que le importa son nuestros proyectos, nuestra capacidad de abrirnos, de conectar con ellos, de sumarlos y de liderar un proyecto de transformación para España. Lo otro es importante también para que lo hagamos correctamente a través de un buen congreso. Pero pongamos lo realmente importante por delante de lo importante".

Fuera de la ronda de dirigentes territoriales, en la que intervino Alarte, sólo hablaron otros dos de la veintena de representantes valencianos en el Comité Federal del PSOE. El expresidente de la Generalitat y senador, Joan Lerma, imprimió un cariz fundamentalmente económico a sus opiniones e incidió en que la recuperación de la competitividad es la clave de la salida de la crisis. En el comité se interpretó que su intervención tuvo una clara intención de reforzar el discurso de Alarte.

Caso distinto fue el turno de palabra que empleó Francesc Romeu, dirigente que hace meses anunció públicamente su intención de presentarse como candidato a la secretaría general frente a Alarte en el próximo congreso del PSPV-PSOE. Su intervención llamó la atención de los miembros del Comité Federal porque criticó la "falta de generosidad" que en su opinión ha existido con el todavía secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, a la hora de programar su participación en la campaña. La alusión a que se había escondido al que todavía es formalmente el líder del PSOE irritó a Rubalcaba, que en su segunda intervención preguntó por Romeu, en ese momento ausente, para asegurar tajantemente que la participación de Zapatero en los actos electorales "ha sido la que él ha querido". El propio Zapatero hizo gestos de asentimiento mientras el candidato socialista en las pasadas elecciones generales hacía esa afirmación.

La reducción de las exigencias para poder optar a la secretaría general en el congreso del próximo mes de febrero y, paralelamente, la ampliación del número de delegados, que rondará el millar, harán del congreso federal del PSOE un cónclave cargado de expectativas.

La reunión del máximo órgano de decisión del PSOE entre congresos no sólo estableció el escenario del debate que ha de permitir al partido definir una estrategia en la oposición y elegir un nuevo líder, sino que abrió el proceso de los congresos de las diversas federaciones. Mañana tiene previsto reunirse la ejecutiva del PSPV para fijar su propio calendario de cara al congreso ordinario del partido, que se convocará en abril o mayo.