Beiras insiste en que o el BNG se "refunda" o lo abandona

La dirección del BNG ha esperado hasta hoy para ofrecer una valoración colegiada de los resultados electorales. Xosé Manuel Beiras, y su corriente, el Encontro Irmandiño, no. En una rueda de prensa convocada ya el pasado viernes y realizada ayer en Santiago, el exportavoz nacional del Bloque insistió en que o la organización "se refunda" en la Asemblea Nacional de enero o él y sus seguidores la abandonarán. "El BNG está muy enfermo y hacemos un llamamiento al aparato para abordar la refundación del proyecto", aseguró, "y recuperar la confianza de la ciudadanía que está a favor de la emancipación".

El diagnóstico de Beiras no es nuevo. Ayer lo expuso después de "congratularse" porque el nacionalismo gallego haya conseguido conservar sus dos diputados en el Congreso. Su porcentaje de voto ha descendido levemente y ha perdido unos 30.000 sufragios respecto a 2008, pero Guillerme Vázquez habló en la noche del domingo de "día alegre" para el BNG.

"La única representación de Galicia en el Congreso van a ser Jorquera y Davila", afirmó Beiras. Fue la única concesión. En su mirada, la situación resulta "análoga" a la de Centroeuropa en los años treinta y, en el fondo, los dos escaños nacionalistas "no servirán para nada". "El PP con mayoría va a hacer mangas y capirotes de la oposición". Según el análisis de Beiras, los partidos, incluido el Bloque, se encuentran parasitados por sus dirigencias. Sobre las declaraciones postelectorales de Vázquez, sintetizó con dureza extrema: "Si lo que dijo el portavoz del BNG lo piensa, es miope; si dice lo que le dicen que diga, la dirección está traicionando al pueblo y parasitando el proyecto solo para reproducirse".

Porque, al fin y al cabo y según los beiristas, la izquierda se mueve. Y eso los inquieta. Suben estratosféricamente los abertzales de Amaiur e Izquierda Unida quintuplica sus escaños (en Galicia, 64.000 votos). Más allá de los socialistas, solo el Bloque y Esquerra Republicana no se benefician de la hecatombe del PSOE. Ambas formaciones nacionalistas han gobernado en coalición con los de Rubalcaba.

Precisamente la posibilidad de un acuerdo en Madrid entre Bloque y Esquerra -quienes ya pactaron en Europa- entraba en ciertas quinielas. Pero el reglamento les impedirá salir del Grupo Mixto: solo lo podrían hacer si sumaran el 5% de los votos de toda España o, por separado, el 15% en cada una de las circunscripciones por las que se presentan. Ayer, Esquerra (tres diputados) afirmó que está dispuesta a tejer alianzas con los partidos que defiendan "la justicia social y el derecho de autodeterminación". Es decir, BNG, los valencianos de Compromís y los navarros de Geroa-Bai. Fuentes del Bloque, sin embargo, apenas vislumbran una posibilidad: que, por ejemplo, Coalición Canaria facilite el grupo propio de UPyD -a escasas décimas de lograrlo- y así el mixto, con la excepción del Foro de Cascos, tendrá mayor afinidad política.