_
_
_
_
Entrevista:JOSÉ MARÍA BARJA | Rector de la Universidade da Coruña

"Asombra que estemos a la cola de la financiación universitaria"

Cinco candidatos optan a sucederle como rector en las elecciones que la Universidade da Coruña celebrará el 1 de diciembre. José María Barja se va "relativamente satisfecho" tras dos mandatos. Aunque la batalla por la financiación siga sobre la mesa. Y A Coruña sea la única sin contar con una residencia pública de estudiantes.

Pregunta. ¿De qué está más satisfecho tras ocho años como rector?

Respuesta. Estoy relativamente satisfecho de la implantación del proceso Bolonia, que sigue siendo muy cuestionado y tiene muchos problemas pero creo que a la larga va a dejar marcado muchas cosas. Los avances en este ámbito trascienden poco, pero son muy importantes.

P. ¿Y algo que no logró resolver?

"El parón en investigación es terrible y ya se está notando"
"Nos hemos llevado bien con Gobiernos de todos los colores"
"La universidad recorta en todo lo que puede humanamente"
"Se nos valora por no tener deuda, pero no nos lo puntúan"

R. La Universidade da Coruña tiene una fuerte limitación de espacio físico, lo necesitamos para crecer. Es un problema profundo que tiene que ver con la estructura de la ciudad. No es fácil resolverlo.

P. De ahí el punto negro de este final de mandato, los edificios sin licencia municipal. ¿Es factible legalizarlos?

R. Es una cosa desagradable, vamos a decirlo así como mínimo. La universidad es una institución pública que se dedica a la enseñanza, no puede dar el ejemplo de no cumplir una norma. Se está revisando con el Ayuntamiento, va bien pero se necesita tiempo.

P. Ponga un ejemplo de espacio que necesita con urgencia.

R. Es realmente un problema que nos condiciona mucho. Por ejemplo, el Parque Tecnológico. Vamos resolviéndolo en una maceta. Tenemos una incubadora por la que pasaron 40 empresas. Pero estamos muy apretados. En la universidad hacemos milagros casi todos los días.

P. ¿Otra espina es no tener residencia pública de estudiantes?

R. Diría incluso que la herida está infectada. La cosa estaba casi hecha cuando cambió el Gobierno en la Xunta. Alguien del bipartito me dijo que faltaron 15 días. Había un plan y presupuesto consignado. Pero tras el cambio de Gobierno, se fue cayendo. Ahora estamos en una situación complicada. Siempre hemos mantenido una postura institucional. Es un tema muy sangrante. ¿Por qué no se hace? Hay unos terrenos expropiados y un cruce de cartas de cómo se puede hacer. Defendemos que sea una residencia de gestión pública, entendemos que se puede hacer, pero no se acaba de ver así por una cuestión ideológica y ahora también económica. Y ahí estamos.

P. ¿Cree que la Xunta apuesta por la universidad?

R. Hay un gran avance, como es la promesa de no reducir la financiación si la situación general no empeore. Es una promesa para el conjunto de las tres universidades. Es un buen principio y lo agradecemos, pero vamos a ver ahora cómo se reparte.

P. ¿A Coruña sigue siendo la que menos dinero recibe por alumno?

R. Creo que ascendimos al penúltimo puesto. Es la segunda que menos recibe de toda España, cuando es una de las media-altas. Asombra que estemos en la cola en financiación.

P. ¿Y las perspectivas de mejorar cuando este año su presupuesto bajó al nivel de 2008?

R. Estamos ya a niveles de 2006. ¿Y cómo se sobrevive? La universidad recorta en todo lo que puede humanamente. La reducción del gasto corriente en los últimos años es del 10%. No solo se mantiene la plantilla, que incluso baja, pese a crecer los matriculados y a que Bolonia exige más profesores y una formación más especializada.

P. ¿Y sigue siendo una universidad sin deuda?

R. No tiene deuda y eso es bueno, aunque a veces uno tiene la sensación de que podríamos ser más alegres: otras instituciones públicas sí recurren a la deuda para seguir haciendo cosas. Pero apostamos claramente por no hacerlo. La economía de la Universidad está saneada y puede mantenerse, nos apretamos muy fuerte. Se nos valora por eso, pero no lo puntúan. Este es el problema.

P. Otro es el recorte para la investigación.

R. El problema es que cualquier parón de un año es grave, supone 10 de retraso. Es terrible y ya se está notando. Ya lo vivimos en la dictadura. Y se tarda mucho en recuperar. Es preferible un apoyo no muy fuerte pero constante, sobre todo cuando se necesita formación especializada. A todos se nos llenan la boca con el I+D+I. Pero la empresa aún no se ha enterado. Quien puede hacerlo es la universidad.

P. Estuvo ocho años al frente de un equipo de izquierdas. ¿Notó que eso perjudicara a la universidad coruñesa con la Xunta del PP?

R. Yo nunca lo percibí. Nosotros hemos votado en contra de algunas cosas, pero no percibo que luego se nos tuviera en cuenta. Nos hemos llevado bien con todos, con un Gobierno Fraga, uno bipartito y ahora con el de Feijóo. La negociación del primer plan de financiación, con Fraga, fue muy dura, pero agradecimos la claridad del entonces conselleiro de Economía, José Antonio Orza. Siempre que lo veo, le digo 'Cholo, te echamos mucho de menos'. El plan para cinco años funcionó, pero ahora se ha quebrado. Solo tenemos unos borradores y estamos negociando punto por punto cada indicador.

P. ¿Cuándo cree que podrá cerrarse?

R. Nos gustaría tenerlo ya, pero es un momento económico complicado. Yo entiendo que Facenda diga que no sabe cuál será el escenario dentro de cinco años. Hay unas bases sin concretar pero estamos a finales de año y los números aún no están cerrados.

P. Varios candidatos a rector defienden que hay que despolitizar la universidad, que es uno de sus problemas.

R. La universidad está tan politizada como lo está la sociedad. No es un problema como pudo serlo en la Transición. No tiene nada que ver, no hay ninguna presión en ese sentido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_