Mitos contra gigantes

Ante el cosquilleo recorriendo el esqueleto de Mestalla la semana de la visita del Madrid, el Valencia ha recurrido a sus mitos para conjurar los miedos frente al rival más temido.

Primero fue una llamada a los aficionados, para que acudan esta noche al estadio con la camiseta de la senyera, una zamarra ligada sentimentalmente a una victoria histórica: la Copa del Rey de 1979, en el Calderón, ante el Real Madrid, con dos goles de Mario Kempes. El exdelantero argentino es el tótem de los grandes momentos. Y su imagen victoriosa, junto a las de Mendieta o Fernando, ha pasado a ilustrar las paredes del túnel de vestuarios de Mestalla en la salida al campo.

Allí les espera el Madrid, una apisonadora con 10 victorias consecutivas y el feliz recuerdo de un 3-6 en la pasada temporada, con un equipo plagado de fabulosos suplentes unos días después de haber conquistado la Copa del Rey, ante el Barça, en Mestalla precisamente.

Siete meses después, el técnico madridista, José Mourinho, ha cedido el protagonismo a sus jugadores y estos no han encontrado ni un solo rival que les haya presentado resistencia. Es una máquina casi perfecta de hacer fútbol.

Para desactivarla, Unai Emery, técnico del Valencia, cuenta a su favor con una pareja de centrales, Rami y Víctor Ruiz, mucho más hermética que la del año pasado. A su favor está también el mayor desgaste de los jugadores de Mou, todos sometidos a largos y extenuantes viajes con sus selecciones durante esta semana. Consciente de su inferioridad individual, el Valencia tratará de hacerse fuerte en torno a una idea colectiva agarrada a la figura de Tino Costa, el mediocentro responsable de la manija tras la lesión de Ever Banega. "Tino trabaja mucho, es muy peligroso a balón parado y nos ofrece un juego más vertical", lo define Emery, que suma cuatro triunfos seguidos y la necesidad de una campanada de este calibre para entrar en el imaginario local. Al técnico vasco le persigue el estigma de no haber derrotado a ninguno de los gigantes. Su regularidad en la Liga, con dos terceros puestos consecutivos, no siempre ha sido reconocida.

Mourinho, por su parte, regresa a un escenario conocido y, hasta ahora, dominado con mano de hierro. Minutos después de ganar la pasada Copa del Rey, el 21 de abril, el preparador portugués afirmó que sí, gracias, él es un entrenador de títulos y no de fútbol, respondiendo a unas declaraciones anteriores en ese sentido de Johan Cruyff. Tras recordar su colección de cuatro Copas en cuatro países diferentes, Mou se sentía poderoso, imbuido por el espíritu de Mestalla, donde siempre ha salido vencedor, tanto con el Chelsea como con el conjunto madridista. El conjunto blanco ha ganado en cuatro de sus últimas cinco visitas ligueras a Mestalla.

Sin Di María ni Kaká, lesionados, el técnico luso vuelve a Mestalla con aquellos que el curso pasado fueron espléndidos suplentes, como Higuaín y Benzema, ahora a pleno rendimiento como titulares. Dispuestos a derribar los mitos valencianistas.