Canciones como soles
Es admirable la forma en que Antònia Font conjugan el pulso popular con la distinción. Muchos de sus temas son tan tarareables como delicados. Su propuesta se presta a más lecturas de las meramente aparentes, por cuanto trazan coordenadas universales desde la cotidianeidad. Desde Baleares para el mundo. Marchamo inconfundiblemente isleño que aspira, más allá del idioma, a llegar a toda clase de públicos.
Además, hace tiempo que sus directos funcionan como un tiro. Más aún si el entorno acompaña, como la Mirror, abarrotada para la ocasión. La primera parte de su concierto estuvo volcada en desgranar el soberbio Lamparetes. Un disco plagado de composiciones embriagadoras que, a tenor de la aún expectante actitud con que fueron recibidas, quizá carezcan de la luminosidad (que no el rodaje) para encender al público. Porque, aunque con el tiempo han crecido como definidores de estupendas baladas y medios tiempos, siguen siendo temas como Alegria, Darrera una revista o Wa Yeah! los que suben la temperatura. Canciones como soles, acrisoladas por esa mediterraneidad tan amable, marca de la casa. Canciones con las que redondear conciertos tan generosos como el que ofrecieron. La forma en la que enlazaron Robot y Final, por poner solo un ejemplo, fue modélica.
ANTÒNIA FONT
Joan Miquel Oliver: guitarra y voz; Pau Debón: voz; Joan Roca: bajo; Jaume Manresa: teclados; Pere Manel Debón: batería. Sala Mirror. Valencia, 17 de noviembre.