"No tememos las protestas"

Cristóbal Montoro (Jaén 1950) es cabeza de lista del PP en Sevilla y portavoz de economía.

Pregunta. ¿Qué cambiará la política económica del PP?

Respuesta. El compromiso por la austeridad presupuestaria y las reformas estructurales, los dos grandes ejes que han fallado, y que el Gobierno socialista no ha llevado a cabo por falta de convicción. No hay más remedio que adoptar las reformas estructurales que necesita nuestra economía y hacerlo a corto plazo.

P. ¿Comparten las propuestas de la CEOE?

R. La CEOE tiene un criterio propio, como tienen los sindicatos, y el nuestro tiene que ser un programa que escucha, estableciendo nuestro propio criterio fruto de una mayoría social. Cada uno tiene derecho a expresar públicamente sus opiniones. Nosotros expresamos las nuestras en nuestro programa.

P. ¿Temen protestas en la calle?

R. La democracia habla en las urnas, el resultado del 20-N será determinante para que haya un Gobierno respaldado socialmente por muchos millones de votos. Eso no evita que será dialogante, integrador y capaz de explicar sus propias decisiones, ese es el desafío y no lo otro. Anticipar nada que pueda estar ocurriendo en otros países, porque allí los Gobiernos están haciendo políticas de ajustes que no han sido validadas en las urnas y el respaldo social está por demostrar. Si en España hacemos políticas que hayan sido validadas en las urnas no tenemos que temer protestas en la calle. La democracia es aceptar resultados de las urnas y que haya un Gobierno legitimado en las urnas y que esté comprometido con la creación de empleo. Lo más terrible no es lo que vaya a venir, sino lo que ha venido. Hay expertos en estar en la calle que han cerrado los ojos ante la destrucción de millones de puestos de trabajo y cierre de pymes y han cerrado los ojos cuando han visto que las condiciones de vida han empeorado a través de la subida de impuestos. Lo que venga no es peor. La gran mayoría de la población está muy preocupada y más del 80% considera que la situación económica es mala o muy mala, y la gran mayoría de la gente hablará en las urnas el 20 de noviembre.