Ambulatorios se quedan sin personal de servicios durante media jornada

Los recortes llegan a los centros de salud. La Consellería de Sanidade ha decidido contratar a parte del personal de servicios generales solo a media jornada. Estos empleados, que realizan labores administrativas, de mantenimiento y de atención al usuario, aseguran que la situación está provocando que ambulatorios de zonas rurales no estén atendidos -ni presencial ni telefónicamente- la mitad del tiempo que permanecen abiertos. Y la Xunta lo confirma.

Los empleados denuncian que este modelo de contratación merma la calidad del servicio y deja a los enfermos "desatendidos". Recuerdan que son los responsables de trasladar los historiales, por lo que hay médicos sin esa documentación durante una consulta. También atienden el teléfono y cuando no hay nadie, nadie coge. Los médicos y enfermeros se niegan, porque están atendiendo enfermos. "Y con toda la razón", aseguran desde el colectivo de servicios generales, "ese trabajo no les corresponde".

Los empleados denuncian coacciones del Sergas de Ourense

La Consellería de Sanidade propone que una misma persona trabaje en dos localidades distintas en una sola jornada. Cuatro horas en un centro y otras cuatro en otro, a 30 kilómetros de distancia. Estas contrataciones están provocando que los ambulatorios queden desatendidos antes o después de mediodía. Así, aquellos enfermos que necesitan cita para especialistas tras la consulta con su médico de cabecera, vuelven a casa sin ella. "Hay enfermos que van a los centros de salud en taxi, pagando 15 o 20 euros". Al no poder solicitar la cita tras la su consulta, deben regresar al día siguiente. Y pagar otro taxi.

Los servicios de la consellería ofrecen además, y como única posibilidad, contratos de cuatro horas y de una sola jornada laboral y casi siempre en centros de atención primaria de localidades distintas. Las cuentas no salen. Los trabajadores se quejan de que cobran 25 euros por esas cuatro horas, lo que ni siquiera cubre el desplazamiento. "Al tener que desplazarnos a 30, 50 o incluso 100 kilómetros de nuestros domicilios, los gastos superan lo que cobramos". Y aseguran que son los empleados los que "financian el servicio asistencial". Antes esto no pasaba, porque los elevados gastos de desplazamiento se suplían con contratos de mayor duración. "Te desplazabas 100 kilómetros cada día y lo hacías compartiendo coche con compañeros, porque había más estabilidad". El colectivo se queja de que no puede rechazar los puestos, porque de hacerlo pasan al final de la lista de contratación por un año y pierden la antigüedad.

Los empleados también denuncian coacciones del Sergas en Ourense. "Un fin de semana de puente que se vieron apurados, estuvieron presionando a los trabajadores" para que aceptasen contratos, alegando que las listas se habían agotado. Sin embargo, los trabajadores de los puestos más retrasados de la lista aseguran que no recibieron llamada alguna. Este personal puede rechazar, al menos una vez, ofertas laborales de media jornada que no se "ajusten mínimamente" a su situación.

Sanidade reconoce los hechos y asegura a EL PAIS que se aplica un "criterio de optimización de recursos" por lo que "hay centros que permanecen sin personal de servicios la mitad del tiempo que abren". También matiza que la contratación se negocia con los sindicatos, por lo que los trabajadores que rechazan más de una vez el contrato de media jornada son sancionados. Esta categoría laboral se introdujo en los servicios sanitarios en 1996 a través de un decreto para disponer de personal polivalente en atención primaria y que aglutinase funciones administrativas y de celador.