Las encuestas afianzan el giro a la izquierda del BNG

El BNG llegó a estas elecciones como el que se asomaba a un abismo, sensación alentada desde la propia organización por los sectores más descontentos con el actual grupo dirigente. Pero las encuestas han cambiado sustancialmente el ánimo de los nacionalistas: la tendencia que marcaba el CIS al inicio de la campaña es confirmada por la que publica hoy este periódico, que también apunta a que el Bloque mantendrá sus dos escaños en Madrid. No son resultados para la euforia -el BNG aspira a convencer a los descontentos del PSOE-, pero tienen un efecto tranquilizador para disipar temores.

Las encuestas contribuyen también a afianzar el discurso que Guillerme Vázquez esbozó en la pasada campaña de las municipales y que ha profundizado en los últimos días. El Bloque ya no pide el voto solo para ser la "voz de Galicia en Madrid". Ahora se dirige al campo de la izquierda, con guiños constantes incluso a los sectores ajenos al nacionalismo. El gesto más simbólico se produjo el pasado viernes, con la presencia -a petición propia- del secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, en la sede nacional del Bloque junto a Guillerme Vázquez.

El PP mantiene la campaña de perfil bajo y echará el resto en las urbes

Allí, ambos pusieron de manifiesto la coincidencia en sus recetas para salir de la crisis, desde la mayor fiscalidad para las rentas altas hasta la ruptura con las políticas de recortes y desprotección de los trabajadores. Uno de los objetivos del BNG son los jóvenes y, más en concreto, los que se han movido alrededor del movimiento de los indignados.

Con las juventudes se reunió ayer Guillerme Vázquez, en compañía de la secretaria general de Galiza Nova, Iria Aboi. El mensaje fue una llamada a la movilización frente a las tendencias abstencionistas que manifiestan algunos de los grupos que se han sumado a las protestas de los últimos meses. No acudir a las urnas, insistieron, dejará el camino despejado a nuevos recortes.

La aspiración del Bloque es entrar en parte del electorado del PSdeG, que también ha acentuado los guiños a la izquierda en su discurso. En la agenda de este fin de semana estaba volver a marcarlos, aprovechando el aniversario del naufragio del Prestige, pero el incendio de Carballiño obligó al secretario general socialista, Pachi Vázquez, a cancelar todos sus actos de campaña de la tarde del sábado y del domingo. La evocación de la gran movilización ciudadana de hace nueve años contra las actuaciones de los gobiernos de Fraga y Aznar, y contra el papel en aquella crisis del actual líder del PP, Mariano Rajoy, es munición para los socialistas, que vivieron aquellos días el primer impulso que les llevó, años después, a derrotar finalmente a Fraga.

Antes de cancelar los actos previstos en Monforte y Carballiño, el líder del PSdeG exhibió en A Coruña, en un acto sectorial, su discurso más social. "Es tan obvio que la igualdad enriquece a la sociedad que nos preguntamos por qué el Partido Popular no apoya la igualdad", señaló Vázquez, antes de asegurar que en Galicia se tiene el "ejemplo" de cómo "un Gobierno del PP intenta desmantelar el Estado del bienestar y de todas las políticas de igualdad". El secretario socialista aseguró que el aumento del paro femenino en Galicia está "directamente relacionado con los recortes sociales de la Xunta".

Mientras, Feijóo persiste en su campaña de perfil bajo, parte de la estrategia de no arriesgar diseñada por el equipo de Rajoy. El presidente de la Xunta también estuvo ayer con los jóvenes de su partido y aprovechó las agresivas campañas contra su formación política de las Xuventudes Socialistas para presentarse como adalid de las "propuestas" frente a los "insultos". Ese tipo de campañas, concluyó Feijóo, "confirman la situación de desesperación del PSOE".

El presidente del PP gallego se descolgó ante los militantes de Nuevas Generaciones con otra propuesta: la de eliminar titulaciones universitarias "que nadie reclama". Los populares anuncian que van a echar el resto en las ciudades la próxima semana, para culminar lo que predicen las encuestas. La de EL PAÍS vaticina que ganarán un escaño por provincia a costa de los socialistas.