Empate técnico de los cuatro grandes

Cada voto cuenta. Lo llevan advirtiendo los principales dirigentes y candidatos durante esta campaña y lo confirmó ayer un sondeo electoral del propio Gobierno vasco. La encuesta otorga a PSE, PNV y PP entre cuatro y cinco escaños en el Congreso, mientras que sitúa a Amaiur en una horquilla de entre tres y cinco representantes. Un escenario que eleva a decisivo cada sufragio, ya que apenas unos cientos decidirán los últimos diputados de cada territorio y si las formaciones vasquistas tendrán grupo propio en la Cámara baja o tendrán que compartir el mixto.

El sondeo traslada, en lo que a ganadores por territorio se refiere, los resultados de las pasadas elecciones municipales y forales. Amaiur repetiría el triunfo de mayo en Gipuzkoa, aunque quedaría relegada al cuarto lugar en las otras dos provincias y vería reducido un punto porcentual su respaldo en el conjunto de Euskadi. Un resultado que, en base a más de 2.200 entrevistas realizadas entre el 26 de octubre y el 4 de noviembre, poco después del cese definitivo de ETA, parece avalar el rechazo abertzale de la violencia, aunque siembra la incertidumbre sobre la fidelidad de ese voto.

El PSE se recupera a pesar de que el PP aprovecha el tirón de Rajoy

Menos optimistas son las perspectivas para el PNV, que prolongaría su descenso de las últimas citas con las urnas. En comparación con las generales de 2008, los nacionalistas recuperarían la hegemonía en Bizkaia, aunque sufrirían sendos retrocesos en Gipuzkoa y Álava. En este último territorio se jugarían su quinto diputado y la consecuente presencia en el Congreso con grupo propio. Lo contrario sería un duro varapalo para sus aspiraciones, máxime tras haber cerrado en Madrid su legislatura más exitosa, con la transferencia a Euskadi de numerosas competencias recogidas en el Estatuto.

El escenario peneuvista sería opuesto al del PP. Arrastrado por la proyección nacional de Mariano Rajoy y el desgaste de los socialistas en el conjunto de España debido a la economía, los populares vascos estarían en condiciones de ser la fuerza más votada en Euskadi por primera vez en su historia. Según la encuesta elaborada por el Ejecutivo, ganarían con solvencia en Álava y mejorarían también sus resultados de las últimas generales en Bizkaia, consiguiendo así una inercia que les acercaría a los cinco diputados.

Por idéntica representación lucharán los socialistas vascos, aunque se quedarán muy lejos de los nueve congresistas que lograron en 2008 con sus mejores resultados históricos. El PSE no ganaría en ninguna de las tres provincias, pero sí frenaría su debacle de las municipales y forales con 100.000 votos más. Un supuesto lógico hasta cierto punto, si se tiene en cuenta que los comicios generales conllevan siempre cierto trasvase de votos hacia el partido, por su implantación nacional.

El responsable del Gabinete de Prospecciones Sociológicas, Víctor Urrutia, fue el encargado de presentar en Vitoria un sondeo que, según argumentó, muestra un "empate técnico a todos los efectos" entre las cuatro principales sensibilidades políticas de Euskadi. En este sentido, advirtió de que los restos serán decisivos para la asignación de escaños, ya que los porcentajes son "muy ajustados".

Los resultados son poco menos que marginales para los partidos minoritarios. Ezker Anitza, como representante de IU en Euskadi, oscilaría entre el 2,1% de los votos que la encuesta le otorga en Gipuzkoa y el 3% que le concede en Bizkaia, aunque sin representación en ningún caso. UPyD no superaría el 0,5% del censo y el resto de formaciones sumarían en torno a un 5%, muy lejos también de obtener diputado.