Un drama humano rutinario

Un particular consiguió ayer movilizar a cuatro cuerpos y fuerzas de la autoridad para detener a nueve personas de origen magrebí que habían conseguido por la mañana desembarcar en la Cala del Tío Ximo de Benidorm, cerca del parque natural de Serra Gelada de la capital turística valenciana.

Un agente medioambiental del parque que hacía una inspección acompañado de la Policía Autonómica fue advertido por un senderista del avistamiento de una patera. Estos, a su vez, dieron parte a las policías local y nacional. Los primeros llegaron antes y consiguieron retener a tres personas. Los demás, que habían conseguido huir a pie hacía Serra Gelada, fueron capturados con posterioridad y la patera acabó siendo localizada en alta mar, donde fue avistada después de haber sido abandonada a la deriva.

Los inmigrantes desembarcaron en la Cala del Tío Ximo

La policía sospecha que llegan en barcos nodriza

Los tripulantes de la patera eran todos hombres de origen magrebí -confesaron ser de Argelia y Marruecos- que llegaron a la costa indocumentados. Dos de ellos declararon ser menores de edad, aunque la policía sospecha que superan los 18 años. A la vista de que iban perfectamente ataviados y sin marcas externas ni físicas de haber realizado una travesía de largo recorrido, la policía también tiene la convicción de que los detenidos fueron transportados hasta un lugar cercano de la costa por un barco nodriza.

La patera, con cinco bidones de gasolina para el motor, fue remolcada hasta el Club Náutico de Benidorm y sus nueve tripulantes detenidos y trasladados a la comisaría de la policía nacional de esta localidad, donde fueron atendidos por la Cruz Roja. Fuentes de la operación confirmaron que el estado de los detenidos es bueno.

El desembarco de esta patera es el tercero en menos de dos meses. El 13 de octubre Salvamento Marítimo interceptó una barca con 12 inmigrantes frente a la costa de Calp. Tres semanas antes había sido interceptada otra patera, con otros 12 inmigrantes, en los aledaños de la isla de Tabarca. En todos los casos, la policía sospecha que se trata de desembarcos que han conseguido concluir en la costa a bordo de pateras con las cuales es imposible hacer desplazamientos de larga distancia, lo que les aboca a concluir la existencia de barcos nodriza con los que una o varias embarcaciones menores desplazan hasta la playa a una docena de viajeros

Otro inconveniente con el que tiene que lidiar la policía es que, como en el caso de Benidorm, los ocupantes suelen afirmar que en la patera viajaban más personas de las que en realidad lo han hecho. Así logran dispersar la búsqueda y los detenidos eluden ser acusados de patronear la embarcación y, por tanto, de ser responsables del tráfico de los inmigrantes.