_
_
_
_
Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cinco pizzas y espaguetis negros

CAFÉ DEI POETI, platos italianos y más en el barrio de las Letras de Madrid

José Carlos Capel

Basta cruzar dos palabras con el empresario Ignazio Deias, oriundo de Cerdeña, erudito en la cocina popular italiana, para corroborar el alcance de sus enciclopédicos conocimientos. Desde que en 1999 inaugurase en Madrid su primer local, sus inquietudes le han llevado a centrarse en restaurantes especializados en la cocina del país vecino, algunos de vida efímera. Entre aperturas resonantes y cierres esporádicos, Deias siempre se las ha compuesto para mantener en actividad al menos tres restaurantes. Tras la clausura de Acquafreda y Boccondivino, locales de grato recuerdo, ahora gestiona Brucculino y Scacco Matto, a los que se acaba de sumar este nuevo, también situado en el barrio de las Letras madrileño, en el mismo lugar donde a partir de mediados de los pasados ochenta comenzaría a triunfar El Cenador del Prado, todo un hito en la cocina de la época.

CAFÉ DEI POETI

PUNTUACIÓN: 5,5

Prado, 4. Madrid. Teléfono: 913 69 17 83. No cierra. Precio: entre 30 y 40 euros por persona. Menú mediodía, 16 euros por persona. Ñoquis de patata caseros con gorgonzola y nueces, 13,50 euros. 'Risotto' con hongos y parmesano, 18,50 euros. Solomillo de buey con hongos, 22. 'Panacotta', 5 euros.

Hablamos de un vistoso espacio con estancias diferenciadas y un relajante tragaluz sobre uno de los comedores, detalles a los que Beatriz San Martín, interiorista, ha sabido sacar partido. A diferencia de todos sus negocios anteriores, en este nuevo Deias se ha despojado parcialmente del compromiso italiano para dar cabida a platos del norte de Europa e, incluso, de raigambre latinoamericana o asiática. Una gran apuesta por el cosmopolitismo y la comida desenfadada a precios moderados, en consonancia con la demanda actual y el tipo de clientela -turistas incluidos-, que transita por la zona. Planteamiento inteligente que no encuentra una réplica correcta en el esbozo de la carta, demasiado extensa para las pretensiones de la casa. Listado que, aun así, posee dos recuadros sugerentes. Por un lado, cinco pizzas, que no se olvidan de la clásica margherita (la más económica), y alcanzan a una gourmet con hongos y trufa. Y en recuadro aparte un homenaje a los platos crudos como el ceviche de corvina, el tartar de atún y el carpaccio de ternera.

Todavía en pleno rodaje y con muchas tuercas pendientes de apretar en el aspecto gastronómico, el local anda lejos de lo que se esperaba. El punto de algunos de sus platos no está a la altura de otros negocios de Deias, y las materias primas se balancean con altos y bajos. Es una lástima que el tartar de carne roja esté tan condimentado y grasiento que no pueda apreciarse la carne. Y que el plato de canelones con carne y foie gras sea de una vulgaridad manifiesta. O que el risotto con tomate, huevo frito y queso parezca más bien un revoltijo de arroz a la cubana. Por el contrario, es fino el chupito de calabaza, no están mal los espaguetis negros con langostinos, son suaves las croquetas de bacalao a la crema de queso, y posee cierta talla la ensalada de arenques nórdicos, plato de ensamblaje. Tan logrado como el solomillo de carne roja con hongos.

Para empezar, un agradable guacamole con taralluci (rosquitas saladas) o una refrescante ensalada de tomate y bacalao a los cítricos. En plena temporada otoñal, Deias se atreve con la costosa trufa blanca, que ralla sobre los tagliolini y con la que cubre los huevos fritos.

Los postres mantienen la tónica: mediocre el tiramisú y con cierto nivel el tortino de chocolate y la panacotta. Desde primeras horas sirven desayunos ilustrados en uno de los rincones más acogedores de la casa.

Comedor del Café dei Poeti, en Madrid.
Comedor del Café dei Poeti, en Madrid.SANTI BURGOS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_