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Multas de 750 euros en Santiago para "agitar conciencias" contra el botellón

El Gobierno de Conde Roa ha sancionado a casi 300 jóvenes en dos meses

Acabar con el botellón es desde el primer día uno de los objetivos fundamentales del gobierno del PP en Santiago. Para ello, el equipo liderado por Gerardo Conde Roa está poniendo todo su empeño en castigar a aquellos que consuman bebidas alcohólicas en la vía pública, especialmente a los más jóvenes, tal y como asegura la concejala de Familia y Benestar, Paula Prado. El objetivo, según la edil, es "que la gente tome conciencia de la realidad del problema".

Desde el mes de septiembre se han impuesto alrededor de 300 multas por consumo de alcohol en la calle. Los agentes de la Policía Local están siendo estrictos a la hora de imponer las sanciones, algunas especialmente severas. Cuatro jóvenes de entre 22 y 25 años recibieron la semana pasada una notificación de que tendrán que hacer frente a una sanción de 750 euros cada uno por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. Según L.P., una de las jóvenes sancionadas, dos policias locales vestidos de paisano se acercaron a ella y a sus amigos el pasado 5 de octubre, minutos antes de la medianoche, mientras bebían unas cervezas en un banco próximo a la Facultad de Química, en el campus universitario. Los dos agentes les informaron acerca de la prohibición de consumir alcohol en la vía pública y les tomaron los datos "de forma educada". La actitud de los policías fue, en palabras de otro de los multados, "muy amable". "Nos explicaron que lo que estábamos haciendo estaba prohibido pero que como éramos mayores de edad y estábamos en una zona apartada y sin hacer ruido la sanción no sería de más de 160 euros", relató.

La principal queja de los sancionados es que el texto de la multa señala que el consumo de alcohol se produjo en una zona colindante al Sanatorio de la Esperanza, algo que, según apuntan, no es cierto. "Nos dijeron que si estuviésemos al lado del sanatorio o si algún vecino se hubiese quejado de que estábamos haciendo ruido la multa sería mayor", apunta L.P. Desde el Ayuntamiento no dan credibilidad al testimonio de los jóvenes. Paula Prado afirma que "en cuanto a este tema son muchas las personas que tratando de justificarse son capaces de mentir y negar la realidad". La concejala dice que es "incapaz de creer lo que dicen, la policía hace su trabajo y la ley señala que por el principio de veracidad el testimonio de cualquier agente de la ley es verdad".

En cuanto a la elevada cifra a la que tendrán que hacer frente los jóvenes, la edil del PP afirma que "la intención del Ayuntamiento no es recaudar dinero, las sanciones tienen como principal objetivo servir de instrumento pedagógico" . "Las multas podrán ser substituidas por acciones formativas o servicios a la comunidad y a todos aquellos que soliciten la sustitución se la vamos a dar".

El gobierno local hace hincapié en la importancia de luchar contra el consumo de alcohol entre los menores de edad. Según datos municipales, durante la primera mitad de 2011 el hospital compostelano registró 43 casos de intoxicación etílica en menores de 18 años. En este sentido, Prado señala que la intención del Ayuntamiento es implicar a los padres de los chavales en la lucha contra el botellón y que por ello se están imponiendo sanciones de hasta 600 euros a los menores que lleven a cabo esta práctica en la vía pública.

La cruzada antibotellón de los populares compostelanos viene de lejos. En 2008, con el socialista Xosé Sánchez Bugallo todavía en la alcaldía, Paula Prado y el entonces concejal del PP, Ángel Espadas, se infiltraron en un botellón en el que los jóvenes universitarios celebraban el inicio del curso. Por aquel entonces, Prado y Espadas alertaron sobre la pasividad con que la Policía Local actuaba ante la cantidad de jóvenes que consumían bebidas alcohólicas en la zona.

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El pasado mes de marzo, Espadas fue detenido de madrugada cuando la Guardia Civil le encontró dormido en un semáforo, en estado ebrio. El edil, que se vio obligado a dimitir y a renunciar a ir en las listas del PP como número tres, recibió el apoyo de Conde Roa, por entonces candidato a la alcaldía. En aquel momento el ahora regidor aseguró que Espadas purgaría sus culpas antes de regresar a la escena municipal. A principios del mes de julio, apenas cuatro meses después de ser condenado a pagar 1.200 euros de multa y a 10 meses de retirada del carné de conducir, Conde Roa nombró a Espadas jefe de su gabinete.

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