La liquidación de Gadafi
Me he quedado absolutamnete estupefacto ante las respuestas dadas por los principales líderes del mundo, la prensa y todos los organismos relevantes ante la "liquidación" de Muamar el Gadafi, y, antes, la de Osama bin Laden.
Los mismos a los que se les llena la boca con palabras como: Estado de derecho, democracia, justicia, libertad, etcétera, felicitan pública y abiertamente la "liquidación" de una persona. Una ejecución sin juicio, sin defensa, sin las más básicas garantías que tanto enarbolamos en nuestras democracias de pacotilla. Hasta el nazismo fue enjuiciado con todas las garantías en el proceso de Núremberg. Podemos apoyar o no la pena de muerte, esa es otra discusión, pero lo que no admite discusión son las garantías de defensa de todo acusado. Como siempre, el mismo Occidente hipócrita y cínico que produce sonrojo y vergüenza, porque debemos recordar, que Gadafi fue recibido con todos los honores de Estado en las principales democracias occidentales, la nuestra incluida.
Esta doble vara es la que una vez más alimentará los odios y los extremismos. Luego nos extrañamos de sus consecuencias. Yo hubiese preferido al sanguinario Gadafi o al criminal Bin Laden levantándose entre rejas a las seis de la mañana todos los días y verles picar piedras a pleno sol o a plena lluvia hasta la noche el resto de su vida, tras un juicio internacional justo y limpio. Pero Occidente, y en especial Estados Unidos, desconocen el significado de expresiones como justicia, limpieza, Estado de derecho y democracia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.