Dimisión 'técnica' del presidente del Racing

El presidente del Racing, Francisco Pernía, presentó su dimisión, al igual que el resto de miembros del consejo de administración del club cántabro, "para evitar una situación de conflicto y tensión que condiciona la unidad del racinguismo, esencial para afrontar la situación actual del club". Sin embargo, la dimisión tiene una trascendencia administrativa en tanto que "no hay ante quien dimitir" y para forzar una Junta de Accionistas que decida la elección de un nuevo presidente, que también pudiera ser el actual gestor.

La situación del Racing es enrevesada. El juez y los administradores son ajenos a estos movimientos presidenciales, el máximo accionista Ali Syed está desaparecido y las circunstancias administrativas son confusas. Pernía, no obstante, asegura que maneja las ofertas o el interés de tres posibles inversores que estudian apostar por el Racing, habida cuenta de que Ali Syed ha sido una oportunidad fallida.

La crisis institucional del Racing es más profunda que las fisuras producidas por las duras declaraciones del extécnico y exjugador del Racing, Quique Setién, en las que opinó que el club estaba dirigido por "gente sin escrúpulos". Días después, el Racing respondió con un duro comunicado en el que, a su vez, acusaba a Quique Setién, actual técnico del Lugo, de "respetar solo el color del dinero".

Por otra parte, el técnico del Racing, Héctor Cúper, está siendo investigado por la Fiscalía de Nápoles por su supuesta implicación en una trama de apuestas fraudulentas de la mafia, según aseguran varios medios italianos. Las autoridades del país transalpino han solicitado por escrito a España permiso para interrogar al técnico.