El PP frena la investigación parlamentaria sobre las cajas
Los socialistas pretendían llevar a Gayoso y Méndez al Parlamento
El PSOE había registrado la petición de una comisión de investigación parlamentaria tan pronto como se supo que Novacaixagalicia iba a pagar 23 millones de euros por indemnizar a tres de los directivos que habían llevado a Caixa Galicia y Caixanova a su situación actual. Ayer, cuando la iniciativa se debatió en el hemiciclo, la viceportavoz socialista María José Caride, ex conselleira de Política Territorial con el bipartito, deseó ver sentados en el Parlamento a los hombres fuertes de las cajas, a José Luis Méndez, todopoderoso gestor de Caixa Galicia durante décadas, y a su rival del sur, Julio Fernández Gayoso, para que expliquen por qué ambas firmas acabaron como acabaron. Y para poder exigirles responsabilidades penales por su gestión si se deducen de sus testimonios.
Caride dice que "los consejeros eran títeres en manos de los directivos"
El BNG asegura que las indemnizaciones son el precio para callar a los gestores
La parlamentaria socialista aseguró que es el mejor favor que se le puede hacer a Novagalicia Banco, si lo que pretende es ganarse la confianza de una sociedad gallega "que está cabreada e indignada" y pide "respuestas a los políticos" . El PP entiende lo contrario, que una investigación parlamentaria en este momento contribuiría a "enrarecer más el ambiente" y dificultaría la recapitazación del banco resultante, según se encargó de recordar su portavoz parlamentario, Pedro Puy. Los populares aseguran que solo cuando Novagalicia Banco se haya estabilizado apoyarán la investigación.Caride defendió que por la misma comisión de investigación, además de los gestores, deberían pasar "los miembros del consejo de administración e las cajas que no hicieron su trabajo, títeres en manos de los directivos que miraron para otro lado". En este punto conviene hacer un inciso: dentro del consejo de administración de las cajas, concretamente en el de Caixa Galicia, estuvieron durante estos años la exdiputada socialista y portavoz del grupo municipal en A Coruña, Mar Barcón, que dimitió cuando estalló el escándalo de las indemnizaciones, y el secretario general del PSOE de A Coruña, Salvador Fernández Moreda, que sigue en el de Novacaixagalicia y todavía el pasado lunes afirmó que su intención es salir de él "por la puerta grande".
Salvado este paréntesis, sigamos con el durísimo discurso de Caride, partidaria de que las conclusiones de la comisión de investigación, en caso de haberla, fuesen enviadas a la fiscalía para que investigue si hay indicios de delito en el comportamiento de los gestores de las cajas.
El PP y sus 38 diputados, incluido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, estiman que abrir la investigación en este momento perjudicaría a Novagalicia Banco y a su presidente, José María Castellano, mientras intenta recapitalizar la entidad, cuyo 93% de los fondos corresponde al Banco de España a través del FROB. Lo explicó el portavoz parlamentario de los populares, Pedro Puy, tras responsabilizar en exclusiva del fracaso de la fusión de las cajas al regulador bancario y explicar que su partido está a favor de que los directivos devuelvan sus millonarias compensaciones y también de que los nuevos gestores del banco expliquen sus contratos, mientras este cuente con mayoría de capital público. Puy, como había hecho el presidente hace un par de semanas, no se opuso a que en el futuro se pueda indagar desde el Parlamento la gestión de las cajas, pero negó que este sea el momento oportuno. Junto a los otros 37 diputados de su partido, apretó el botón rojo y frustró la comisión de investigación que sí apoyó el BNG.
El portavoz parlamentario del Bloque, Carlos Aymerich, repartió culpas a partes iguales entre socialistas y nacionalistas por la pérdida del sistema financiero gallego y dio entender que los 40 millones de euros (a los 23 millones de los tres directivos hay que sumar los del exdirector general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, el primero en marcharse forzado por el Banco de España) que percibirán las cúpulas de ambas entidades es el "precio de su silencio" a fin de que aceptasen el plan que PSOE y PP habían trazado para acabar con las cajas. Aymerich emplazó a los diputados a investigar "por qué socialistas y populares dieron el visto bueno a la liquidación de las cajas", "la evaluación del Banco de España" que atribuyó a Novacaixagalicia un valor de 181 millones de euros, "pese a tener 70.000 millones en depósitos" cuando el Pastor es valorado en 1.000 millones de euros en la operación que ha permitido al popular absorber al banco coruñés.
Eso fue por la mañana. Tras ver los primeros titulares de las agencias de noticias y las radios, el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, aseguró, en el debate de otra iniciativa presentada por los nacionalistas sobre el sistema financiero y el papel de la Xunta, que, aunque ayer su partido votase en contra, la investigación en la Cámara podría llevarse a cabo en el mes que viene, dando a entender que para entonces ya estaría salvada la recapitalización de Novagalicia Banco. "Le tomo la palabra, en noviembre", le replicó Aymerich, quien defendía una moción para que se modificase la ley de forma que permitiera a la Xunta entrar en el consejo del nuevo banco como representante de las participaciones del FROB. La idea fue desbaratada por la mayoría del PP. Por lo demás, todos los partidos se mostraron a favor de que la devolución de las indemnizaciones contribuya a aumentar la participación de Novacaixagalicia en el banco recién creado.
