Servilletas ecológicas

"¿Por qué cuando vamos a un restaurante nos tragamos sin rechistar alimentos que están llenos de pesticidas, si en casa nos gusta comer sano?". La pregunta (bastante retórica, como se ve) nos la hace Brian Johansen, chef y copropietario del restaurante BioM, que ya se la hizo él a sí mismo en su día, y su respuesta fue abrir, en 2008, el primer restaurante orgánico de la capital danesa. "Ya era hora de sacar los productos ecológicos de los polvorientos estantes de las tiendas especializadas y cambiar la percepción que mucha gente tiene de que lo ecológico equivale a melenudo". De hecho, Brian Johansen se ufana de practicar en su restaurante un "ecologismo de pelo corto", cuidando todos los detalles como si fuera un soldado listo para pasar revista.

Todo, la verdura, la carne, el pescado, los condimentos, las bebidas, incluso la pintura de las paredes, es ecológico. Las servilletas son de algodón de cultivo ecológico. Las sillas están fabricadas con materiales reciclados. Hasta la ropa interior que ahora mismo lleva, confiesa, es orgánica. Al lado de la puerta hay una bicicleta de reparto de las que aquí tanto se estilan... Sí, también. La compra del restaurante, que debe ser fina, la trae en ella.