Sanidad ve "un lujo" los hospitales prometidos

El consejero de Sanidad de la Generalitat, Luis Rosado, admitió ayer que los nuevos hospitales de Llíria y Gandia, cuyas obras están terminadas, "se abrirán cuando la sociedad valenciana pueda permitirse el lujo de poder abrirlos".

A Rosado, que intervino durante la sesión de control en el pleno de las Cortes, se le recriminó que el PP prometiese en las pasadas elecciones autonómicas toda una serie de hospitales de los que ahora parece desentenderse. "Todos los compromisos pendientes los vamos a cumplir", dijo Rosado, aunque añadió: "Siempre que no pongamos en peligro el sistema sanitario público de los valencianos". "Es la única posibilidad que tenemos", insistió.

El titular de la Consejería de Sanidad recriminó a la oposición sus críticas. "Mentir es hablar, por ejemplo, de cerrar camas, cuando no se están cerrando o hablar de listas de espera, cuando no existen las listas de espera", manifestó Rosado. El Consell ha anunciado una iniciativa para cerrar camas hospitalarias para ahorrar.

En este contexto, el consejero de Sanidad de la Generalitat aseguró ayer en Barcelona -en una mesa redonda con sus homólogos de Cataluña, País Vasco y Galicia- "que hay que cambiarlo casi todo, empezando por el modelo organizativo de la Administración" que hace que el funcionamiento sea, en su opinión, "lento, multiplicado y garantista".

Luis Rosado pidió la introducción de criterios empresariales en la selección de cargos y de criterios de eficiencia, en lugar de garantistas, en las fórmulas de contratación, con la complicidad de los profesionales y la coparticipación de los ciudadanos. Rosado reclamó un "gran pacto por la sanidad" precisamente en un momento falto de cohesión, y en esta línea pidió que no haya diferencias en la financiación de las comunidades autónomas y que todas se rijan por el principio de solidaridad. Para el consejero valenciano esta cuestión es importante porque la Comunidad Valenciana y Cataluña son las que más retrasos sufren en los pagos.

El consejero valenciano abogó por que las comunidades autónomas asuman juntas los riesgos, y así, "al menos, todas tendrán los mismos problemas".