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Desarticulada una red que blanqueó 100 millones

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Agencia Tributaria han logrado desarticular una red de blanqueo de dinero que operaba, a cambio de comisiones, para conocidos narcotraficantes de la comarca de Arousa y que, según los primeros cálculos, habría movido más de 100 millones de euros en dinero negro. La red lavaba los fondos procedentes del comercio ilegal de drogas desviándolos a empresas ficticias y a través de una trama de facturas falsas.

En el operativo han sido detenidas 11 personas, cuatro de ellas implicadas en el delito de blanqueo de capitales, mientras que las otras siete están acusadas del narcotráfico. En la cúpula de esta red se encuentra el hasta ahora presidente del Club Náutico de Cangas, Guillermo Cordeiro López, de 39 años, detenido la pasada semana, al igual que J.C.A., de 39 años, vecino de Nigrán y de A.A.S., de 40 años, con domicilio en Ourense. Cordeiro, viajaba frecuentemente a Sudamérica, África y Emiratos Árabes Unidos e intentó lavar más de 100 millones de dólares desviando fondos de un banco portugués para el que trabajaba como comisionista al Banco Central de Angola. Por ello las autoridades lusas abrieron una investigación por estafa.

La red también contaba con empresas domiciliadas en distintos paraísos fiscales. El grupo que dirigía el presidente del Náutico de Cangas prestaba sus servicios principalmente a clanes de narcotraficantes de la comarca de Arousa, aunque la policía todavía no ha precisado de qué bandas en concreto se trata. La red cobraba comisiones de hasta el 20% de las cantidades que le entregaban los narcos para blanquear.

Investigaciones policiales sobre una organización de narcotraficantes venezolanos que enviaban cocaína a España pusieron al descubierto, a principios de 2010, que el grupo liderado por Cordeiro desarrollaba actividades relacionadas con el blanqueo de dinero y el fraude fiscal. Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo, que ha coordinado la investigación junto al fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte.

Tras detectar las actividades ilegales, los agentes de la policía y la Agencia Tributaria descubrieron que el grupo dirigía una amplia red de sociedades radicadas oficialmente en países extranjeros. Estas empresas se caracterizan por estar registradas normalmente en un paraíso fiscal, en el que no realizan ninguna actividad económica o comercial. En un intento de borrar el rastro, el grupo movía grandes cantidades de dinero muy rápidamente entre una multitud de cuentas bancarias.

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