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Reportaje:Breakingviews.Reuters

Escalera cerrada

El juicio al fundador de Galleon Group devuelve la confianza en la justicia

Raj Rajaratnam va a pasar 11 años en la cárcel. Pero la sólida defensa de sus abogados ha contribuido a que el juez acierte casi por completo. La condena a prisión del fundador de Galleon Group puede que les siga pareciendo excesiva a quienes piensan que las penas por abuso de información privilegiada son exageradas. Pero no hubo ningún trato que sirviese de atajo y el proceso legal fue exhaustivo. Esto le confiere al veredicto de Rajaratnam una credibilidad poco habitual.

El miércoles, el Congreso celebró unas comparecencias relacionadas con la emisión de sentencias que llevaban el título de "Justicia incierta". Esto describe, en dos palabras, un sistema que condenó a los autores del fraude de American International Group a pasar de uno a cuatro años en la cárcel por provocar más de 500 millones de dólares en pérdidas mientras que metió entre rejas durante 25 años al autor de un timo piramidal de 40 millones de dólares. La ley puede hacer que las sentencias contra los ladrones de guante blanco sean impredecibles cuando no les dice a los jueces cómo distinguir entre los tipos malos de primera categoría y los malhechores relativamente irrelevantes.

Las normas correosas permiten que las idiosincrasias de los jueces entren en juego, a menudo dando pie a sentencias que varían enormemente. Esto es lo que podría haber pasado en dos casos recientes de abuso de información privilegiada. En uno, el juez, conocido por su dureza, dijo que un acusado debía pagarlo caro por no reconocer su culpabilidad desde el principio. En el otro, un juez famoso por su independencia se burló de esa idea.

Pero en ambos casos la participación de abogados de primera categoría en los juicios públicos contribuyó a evitar unas sentencias que eran desproporcionadas. El caso de Rajaratnam ha sido el más destacado de todos los procesos legales recientes por abuso de información privilegiada, con discusiones intensas sobre factores que pueden influir en la sentencia como la salud, las actividades benéficas, la envergadura del fraude y si el abuso de información privilegiada debe conllevar más tiempo de prisión que el asesinato. El juez mencionó la diabetes de Rajaratnam y las obras de caridad para reducir su condena de cárcel.

Esa clase de debate no se produce a menudo, ni siquiera en los casos de guante blanco. Se priman la velocidad y el coste, lo que conduce a negociaciones de las penas y atajos. Lo que es pertinente en relación con una sentencia rara vez sale a la luz, y los acusados pueden sentirse engañados.

Los expertos legales siguen sin saber mucho sobre la mejor forma de disuadir del crimen. Pero hay pruebas sólidas de que es más probable que las personas respeten la ley cuando creen que les proporcionará una comparecencia justa. Eso es lo que ha sucedido en el caso de Rajaratnam. Le ha salido caro, a él y al Gobierno, seguir adelante con el proceso hasta el final (y aun así ha perdido). Los fiscales, sin embargo, querían encerrarlo durante mucho más tiempo. El resultado parece justo, gracias a la plena implicación de ambas partes en la batalla legal.

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