Dos puertos gallegos suspenden el examen de rentabilidad

La Ley de Puertos aprobada a mediados de 2010 señaló el camino de la autosuficiencia a las 28 autoridades portuarias españolas. Establece un objetivo claro: el conjunto del sistema debe alcanzar una rentabilidad -media sobre los recursos propios- del 2,5%. Una meta conjunta a la que deben contribuir las 28 autoridades portuarias españolas.

En el primer año de aplicación de la norma, Vigo y Vilagarcía de Arousa se quedan por debajo de ese objetivo, según sus propias cuentas recogidas en la publicación mensual de Puertos del Estado, organismo dependiente del Ministerio de Fomento. Pese a que el tráfico total creció en Vigo un 10,4% en el conjunto del año, la rentabilidad retrocedió cinco puntos, hasta situarse en el 0,9%. Un dato coherente con el balance del organismo que acaban de publicarse en el Boletín Oficial del Estado.

Ferrol presenta la proporción entre beneficios y activos más alta de Galicia

Según esos datos, el resultado de explotación cayó un 75% y los beneficios se redujeron hasta los 3,4 millones de euros, un 70% menos. En la memoria del organismo dirigido hasta hace unos meses por Corina Porro se explica que el ingreso de 9,2 millones por la venta de una parcela en el centro comercial de A Laxe desvirtúa la comparación. Los resultados de años anteriores muestran, sin embargo, que aún sin esa operación extraordinaria las cifras positivas han ido menguando.

Eso se suma a que algunos proyectos, como la autopista del mar con Francia, acumulan retrasos de años. El pasado 28 de septiembre los Gobiernos español y francés se comprometían por enésima vez a impulsar la línea con Le Havre dados "los excelentes datos de exportación", que presenta la otra autopista del noroeste español, que une Gijón con Nantes.

Volviendo a los datos económicos del 2010, en el caso de Vilagarcía el dato es más preocupante. Los tráficos de mercancías retrocedieron un 23% durante el año 2010 y en 2011 apenas avanzan un 0,3%. La rentabilidad alcanzada es del -6,2%, y retrocede una décima respecto a la ratio que obtuvo un año antes.

De acuerdo con la ley, cada autoridad portuaria debe lograr unos rendimientos que se plasman en su plan de empresa, confeccionado según la evolución de los tráficos, las inversiones y el nivel de endeudamiento. Para ello tienen cada vez una mayor libertad tarifaria y acceso a prestar servicios portuarios. El objetivo común, ese 2,5%, no es individual, pero sí es una meta a la que deben de acercarse todos los puertos para conseguir contribuir al sistema.

En el caso de los puertos que presentan rentabilidades negativas, -diez además de Vilagarcía en toda España-, la norma establece una serie de medidas correctoras para que puedan enderezar la situación. En la otra cara de la moneda se sitúan las autoridades portuarias de A Coruña, Ferrol-San Cibrao y Marín. La primera presenta una ratio de rentabilidad ligeramente por encima del objetivo global, en el 2,7%, gracias a un aumento de los tráficos del 3% el año pasado y del 6% entre enero y junio de este año. Ferrol tiene la tasa más elevada del sistema portuario gallego, de casi el 4%, un punto por encima de la que presenta Marín.

Los puertos gallegos son también los más mimados en cuanto a inversiones. Acaparan el 20% de todas las que están en marcha en el país, principalmente por las dársenas exteriores de A Coruña y Ferrol. En el resto de España el balance se acerca bastante al objetivo del organismo que preside Fernando González Laxe. La rentabilidad media se sitúa en el 2,4% a una décima del objetivo marcado. Es, según el organismo, un buen comienzo que se apuntala en veinte meses de crecimiento ininterrumpido en los tráficos totales.

La competitividad, según un informe presentado en el último foro de Davos, de los puertos españoles ha avanzado hasta colocarlos en el grupo que encabeza la Unión Europea, por encima del Reino Unido, Italia y Francia, con una puntuación de 5,8 sobre siete.