El Poder Judicial condena el arresto de indignados en los juzgados de Barcelona
Cuatro jóvenes acuden voluntarios a la Audiencia sin que se ordene su detención
Las condenas sobre el arresto en la cafetería de los juzgados de Barcelona de seis indignados del Movimiento 15-M que participaron en el cerco al Parlamento de Cataluña el pasado 15 de junio se multiplican y suben de rango. Ayer fue el Consejo General del Poder Judicial el que respaldó a la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que el lunes calificó de "desproporcionada" la irrupción de los Mossos d'Esquadra en la cafetería de la Ciudad de la Justicia de Barcelona para efectuar los arrestos y pidió que se depuraran responsabilidades. Para el gobierno de los jueces, la operación policial también supuso "un menosprecio de los derechos" de los detenidos, que se habían presentado voluntariamente en el juzgado de guardia al saber que eran investigados por las agresiones a parlamentarios.
Otros cuatro indignados imitaron ayer a sus compañeros y se presentaron voluntarios en el juzgado de Eloy Velasco, en la Audiencia Nacional. Pero a diferencia de los de Barcelona, a estos no se les detuvo. El juez les tomó declaración y los citó ante los Mossos para que les hagan una fotografía y una prueba antropométrica con el fin de identificarlos con seguridad, lo mismo que se hizo con el resto de detenidos.
Los otros 13 implicados que comparecieron ayer ante Velasco -estos sí fueron detenidos hace días- se negaron a declarar en protesta por la actuación policial contra sus compañeros en la Ciudad de la Justicia. El magistrado los dejó en libertad con la obligación de personarse cada 15 días en comisaría.
El consejero de Interior catalán, Felip Puig, defendió ayer la irrupción de los Mossos en la Ciudad de la Justicia, y aseguró que actuaron bajo las órdenes de la Audiencia Nacional. "Tomo nota", dijo, escueto y sin opción a preguntas, sobre el duro acuerdo de la Sala de Gobierno del TSJC. Puig, sin embargo, admitió "problemas de comunicación entre la Audiencia Nacional, la policía y el juez de guardia". "Comprendo el malestar de los jueces", admitió.
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