El Síndic de Greuges pide a Barberá que haga accesible una pasarela
El puente peatonal de Amparo Iturbi solo tiene tiene acceso por escaleras
La Sindicatura de Greuges ha dado la razón a una vecina de Valencia que intenta desde hace años que el Ayuntamiento coloque una rampa que haga accesible la pasarela peatonal que salva las vías del tren en pleno centro de la ciudad. "He ido a todos lados pero pienso insistir lo que sea necesario", asegura Inés Serres mientras enseña, contenta, la resolución del Síndic de Greuges, del pasado 3 de octubre. Y no le falta razón: a este paso elevado, que comunica la calle de la Pianista Amparo Iturbi con la avenida del Poeta Federico García Lorca, se accede tras subir o bajar 41 peldaños por un lado y 35 por el otro. Las madres con cochecitos de bebé, ciclistas cargados con sus bicis, mayores y, en general, personas con movilidad reducida, tienen en este paso una auténtica barrera arquitectónica desde que se instaló hace 40 años.
La Defensora del Discapacitado lleva casi dos años sin dar una respuesta
Esta vecina ha solicitado al Consistorio que preside Rita Barberá una rampa que haga accesible la pasarela, pero la concejalía de turno le ha respondido que no hay terreno para construirla como mandan las ordenanzas municipales. En su respuesta a Inés, el Ayuntamiento le recuerda que una vez se ejecuten las obras del Parque Central y se soterren todas las vías del ferrocarril, este problema se solucionará. "Pero yo no sé cuándo será eso, y mientras la gente se hace mayor y no tiene solución al problema", agrega.
Esta vecina ha acudido a todos los sitios. Además de al Consistorio, a la Junta Municipal de Russafa, a las asociaciones de vecinos y hasta a la Defensora del Discapacitado de la Generalitat -Juana Andrés-, a la que Inés envió su queja en diciembre de 2009, sin que hasta la fecha haya obtenido respuesta alguna.
De momento, la Sindicatura de Greuges es la única que le ha dado la razón, aunque esta institución solo puede sugerir o recomendar a las Administraciones públicas valencianas. La Sindicatura reconoce en su escrito que la ley de accesibilidad, de 1998, no tiene carácter retroactivo, pero también subraya que, según la información que traslada la autora de la queja, este paso es inaccesible desde hace 40 años y ya va siendo hora de adoptar soluciones.
Inés ha recurrido a la asociación de vecinos de Malilla para que le apoyen en su solicitud. Los dirigentes de esta organización han manifestado que acudirán a los tribunales en defensa de una rampa. Pero el tiempo pasa. Y mientras, las personas con movilidad reducida se ven obligadas a subir hasta 76 peldaños si no quieren dar un gigantesco rodeo para salvar el mar de vías que todavía parte en dos la capital valenciana.
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