Rubalcaba propone al PP adelgazar toda la Administración del Estado

Revisar de arriba abajo la estructura de las Administraciones: central, autonómica y municipal. Desde la existencia en su estado actual de las Diputaciones a la composición numérica del Congreso de los Diputados y del Senado; de las Asambleas regionales y de los Ayuntamientos. Esta es la oferta que ayer hizo el candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a todas las fuerzas politicas para después del 20 de noviembre, pero, en especial miraba a Mariano Rajoy, candidato del PP.

Esta oferta la hizo ayer tras la reunión del comité federal que aprobó las candidaturas socialistas para las elecciones generales y rodeado de los cabezas de lista. Es verdad que el guante lo lanzó el jueves Rajoy, cuando propuso en la convención nacional del PP reducir el número de diputados y senadores. Pero Rubalcaba empezó antes, según remachaban ayer en su entorno, al haber solicitado la reestructuración, si no la desaparición, de las Diputaciones al estimar que algunas funciones pueden recaer en una mancomunidad de municipios. Es hora ya, después de casi treinta años de Estado autonómico, de hacer una revisión de sus estructuras aunque haya sido la crisis económica y la necesidad de ahorro la que ha impulsado a los políticos nacionales a hacer esta oferta. Rubalcaba pensaba más en un adelgazamiento de estructuras que en el número de cargos electos —parlamentarios nacionales, autonómicos y concejales—, pero también está dispuesto a abordarlo. El candidato explicó qué pretende "aligerar la estructura política, ahorrar gastos y hacer que la Administación sea más eficiente". Aunque habrá diques: "La reducción de electos no puede dañar la proporcionalidad ni fomentar el bipartidismo", es decir, que la reducción sea a costa de los partidos minoritarios en tanto que PSOE y PP no se resientan. También hizo otra aclaración, sobre la realidad de pueblos pequeños donde alcaldes y concejales no cobran; no tienen salario. "No les vamos a quitar a ellos para que vuelvan los caciques", advirtió.

Zapatero augura que sus reformas "van a quedar y nadie las cambiará"

Este es el segundo "acuerdo nacional" que propone el candidato socialista en esta precampaña, tras el pacto por el empleo que lanzó la pasada semana. Ante los cabezas de lista al Congreso y al Senado y los barones territoriales, hizo un nuevo compromiso: Elevar a ley la incompatibilidad absoluta de cobrar más de un sueldo de la Administración. "Un político, un sueldo", propuso. Por regla general, este principio se cumple en el PSOE ya que, por ejemplo, un ministro que a la vez es diputado solo cobra uno de los dos salarios. Se trataría de que no quede al albur de las normas internas de los partidos, sino que sea obligatorio. La concreción de este y otros anuncios se verá la próxima semana cuando en otro comité federal se discuta el programa electoral: último paso del PSOE antes de que empiece la campaña, en la que ya José Luis Rodríguez Zapatero dará un paso atrás. Ayer todavía quiso que se escuchara su voz y sin previo anuncio se dirigió a los futuros parlamentarios y se despidió agradecido de los salientes. Estos son los que han aprobado durante cuatro años todas las políticas que él ha propuesto, las agradables y las duras. "Los cambios y las leyes que hemos hecho van a quedar ahí; nadie los cambiará", auguró Zapatero.