Novacaixagalicia reconoce que ya no puede sostener la obra social
El servicio genera 2.200 empleos y tiene 4,3 millones de beneficiarios - Cerca de 25 millones se dedican a programas educativos y asistenciales
La obra social de Novacaixagalicia se tambalea. Los 335 empleos asociados a la actividad cultural, asistencial y educativa están abocados a menguar y la entidad desconoce por el momento el futuro de su ingente patrimonio: 97 edificios e innumerables piezas artísticas. Y con ellos, 25 millones de euros anuales que se dedicaban a programas educativos y asistenciales. El gerente de la obra social, Guillermo Brea, comunicó ayer a los sindicatos que con la participación actual del 6,84% que NCG tiene en el banco que ha creado, la labor benéfica y cultural es "inviable".
La entidad no se plantea inyectar los 90 millones que guarda como reserva para aumentar su cuota de poder en el nuevo banco, sino que piensa destinarlos a mantener los empleos de la obra social sin reponer bajas ni jubilaciones hasta 2015.
La obra social tiene 335 empleados y 97 edificios repartidos por Galicia
Los 90 millones de remanente se destinarán a pagar nóminas hasta 2015
La caja no prevé vender de momento su patrimonio cultural
A la entidad "no le consta" que le esté pagando chófer y seguridad a Méndez
Manda el desconcierto. Brea reconoció ayer ante los sindicatos que la obra social es dueña de 97 edificios valorados en 344 millones de euros, aunque no pudo ofrecer una cifra sobre el gasto corriente que generan. La fusión de Caixa Galicia y Caixanova sumaba 130 inmuebles, pero el 20% se traspasaron al banco en el acuerdo de integración. La también apodada obra social del ladrillo, la componen enormes y emblemáticos inmuebles ubicados en los cascos históricos de las principales ciudades gallegas. Caixanova gestionaba 14 centros culturales además de tres bibliotecas, cuatro centros educativos, cinco clubes de jubilados, una residencia de estudiantes, una guardería, tres centros de atención al inmigrante y varias salas de exposiciones.En Vigo gestiona además una eescuela de negocios. Su patrimonio se extiende también a Portugal, donde reformó las históricas bodegas Cálem de Oporto, aunque éstas no pertenecen estrictamente a su obra social, sino a su cartera de empresas participadas.
Caixa Galicia mantenía cuatro sedes de su fundación en A Coruña, Ferrol, Pontevedra y Santiago, además de centros socioculturales en Lugo, Monforte y Vigo. El coruñés Teatro Colón, tres centros de nuevas tecnologías, 14 centros de mayores, cuatro instalaciones infantiles y juveniles y una sede náutica en el puerto deportivo de Sanxenxo completaban su cartera de activos de la obra social. A ellos se suman centros culturales, bibliotecas, clubes de jubilados, salas de exposiciones, puntos de atención a inmigrantes, guarderías y residencias de estudiantes. También colecciones de arte.
La integración y la posterior creación de Novacaixagalicia Banco ha supuesto un extraño reparto de esa tarta. Mientras la colección de arte de Caixa Galicia quedó en poder del nuevo banco, la de Caixanova, que se presentaba como la más importante de arte gallego, sigue siendo propiedad de la caja.
El banco se ha quedado con joyas inmobiliarias como el cine Fraga de Vigo -un edificio de mediados del siglo pasado de 7.000 metros cuadrados- y con el centro social de la plaza de Cervantes de Santiago, que Julio Fernández Gayoso calificó en la inauguración como "sueño hecho realidad", un inmueble de finales del siglo XIX totalmente renovado. También figuran en su inventario óleos de Picasso, Kandinsky, Juan Gris, Léger, Miró, Dalí y Chagall, procedentes de la colección de Caixa Galicia.
La caja se quedó con 97 inmuebles, entre ellos el Palacio de los Condes de Gimondi -los antiguos almacenes El Pilar- y con la sede de la Fundación Caixa Galicia, de casi 2.000 metros, situada en la Rúa do Vilar.
Con estas cifras, el problema de mantenimiento se veía venir, ya que lo que antes se pagaba con la suma del beneficio de las dos cajas ahora debe afrontarse con el rendimiento del 6,84%. Y el colchón de los 90 millones de los remanentes llegará, según los cálculos del director general de la obra social, para ese mantenimiento del personal hasta 2015.
Hace menos de un mes -el 20 de septiembre- el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, asistía a la inauguración de un nuevo centro social de Novacaixagalicia en Santiago. Feijóo destacaba "el impulso" del Gobierno autónomo "a la gran caja gallega, que aplaude ahora a un banco que va a alimentar la obra social".
Guillermo Brea, responsable de la obra social, informó ayer a los representantes de los trabajadores de que si la caja no logra el 15%, la acción social "desaparecerá" tal como se la conoce hasta ahora. La idea es ir a un modelo "más reducido". Pero Brea precisó también que aun en el caso de alcanzar el control del 15% del banco, sería necesario adelgazar la plantilla. Los representantes sindicales pidieron ya ayer mismo una reunión con el presidente de la Xunta para que explique "qué compromisos alcanzó con Novacaixagalicia". También se reunirán con los grupos parlamentarios y con los copresidentes de la entidad para "pedir garantías de que se alcanzará el 15%" para intentar salvar la actividad.
De momento, Brea ha garantizado que no se prevén ventas del patrimonio que posee la caja y asegura que presentará a los sindicatos un plan de viabilidad. Pero los representantes de los trabajadores se temen lo peor y han reclamado que les presenten documentos y que se realice una cuantificación del excedente de personal que calcula la caja.
El representante de la CIG, Clodomiro Montero, ha pedido que los copresidentes de la caja, Mauro Varela y Julio Fernández Gayoso, entreguen a la obra social "que realmente la necesita" la cantidad que perciban como consejeros del banco nombrados por Novacaixagalicia. Los delegados sindicales preguntaron a los responsables si a través de la Fundación Novacaixagalicia, presidida por José Luis Méndez, se está pagando un chófer y la seguridad al exdirector general de Caixa Galicia. Aseguran que les contestaron que "no les consta".
La obra social se resiente en medio del escándalo por el cobro de prejubilaciones multimillonarias. Con la última conocida, los 16, 5 millones de euros que percibió José Luis Méndez, exdirector de Caixa Galicia, los pagos suman 40 millones. Lo paradójico es que hace apenas un mes, la ahora moribunda rama cultural inauguraba nuevos centros y dotaba de los últimos lujos a los directivos. Gayoso proclamaba al cortar la cinta roja en el centro de Santiago que era "la respuesta a las malas noticias".
Pero esas noticias continúan goteando en el sector financiero. El Banco Gallego empezó a negociar ayer con los sindicatos un ERE para 90 empleados con el fin de cerrar unas 20 oficinas en Galicia. La entidad, propiedad en un 50% de NCG Banco, trasladará los servicios centrales desde A Coruña a Madrid, lo que obligará a realizar hasta 145 traslados.
Los rostros de los excargos de Novacaixagalicia indemnizados con cantidades millonarias empapelan algunas calles como la Rúa Oporto de Vigo, en la imagen.
Las cifras de la obra social
- En 2010 la inversión fue de 86,03 millones de euros. NCG es el primer agente social privado de Galicia con 97 centros propios.
- 2.200 empleos "son creados o mantenidos por la obra social", según la memoria de la caja de 2010.
- El año pasado contón con 4,3 millones de beneficiarios en 7.500 actividades, con más de 4.000 colaboraciones en el 90% de los Ayuntamientos de Galicia.
- Posee su propia escuela de negocios y 900 alumnos.
- un tercio de la inversión se dedica a acción social.
- Deporte: colabora con 96 entidades en 15 disciplinas. Apoya anualmente unas 100 competiciones con 50.000 participantes.
- Cultura: se lleva un tercio de lainversión global. Durante el Xacobeo se firmaron convenios con 70 Ayuntamientos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.