Sacyr pospone crear una comisión para tender puentes con Repsol
Las cajas accionistas propusieron nombrar a tres negociadores
El Consejo de Administración de Sacyr Vallehermoso decidió ayer posponer la posible constitución de una comisión delegada para negociar una solución pacífica con Repsol que propusieron las cuatro cajas accionistas de la constructora (Novacaixagalicia, Unicaja, Bankia y Marenostrum).
La propuesta era que en la comisión no estuviera el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y que la formaran tres personas que hicieran el papel de "hombres buenos" ante los representantes de la petrolera para mejorar las relaciones. Estas se encuentran prácticamente rotas desde que la constructora presidida por Luis del Rivero presentó el acuerdo de sindicación de acciones con Pemex para controlar el 30% de la petrolera, y que apoyó el Consejo de Sacyr en pleno.
Las entidades se reunieron con los grupos enfrentados de la constructora
Suárez Coppel: "Repsol es español y va a seguir siendo español"
El consejo de ayer se celebró en un ambiente tenso, según varios de los asistentes. El asunto de la comisión pacificadora no se llegó a votar porque no estaba en el orden del día. Se quedó en que se volvería a tratar en una nueva reunión del consejo dentro de dos semanas.
Según las fuentes consultadas, el rechazo inicial se produjo porque los estatutos no contemplan esa posibilidad y obligan a buscar una fórmula más operativa para encauzarla. Las cajas confían ahora en que los dirigentes de Sacyr encuentren la vía más operativa, pero lamentan el retraso porque el tiempo corre en contra, sobre todo por el enfrentamiento interno entre dos grupos de accionistas: los fundadores Luis del Rivero, José Manuel Loureda y Manuel Manrique, por un lado, y Demetrio Carceller y Juan Abelló, por otro.
Las cajas accionistas -NCG posee el 7% directamente y las cuatro en conjunto tienen otro 8% a través de una sociedad- se confabularon para poner toda la carne en el asador y solucionar ese conflicto, y de paso la división interna entre los accionistas de Sacyr y la refinanciación de la deuda.
Lo demuestra que organizaron encuentros por separado con los dos grupos enfrentados y que fueron sus presidentes (José María Castellano, por NCG; Rodrigo Rato, por Bankia; Braulio Medel, por Unicaja, y Carlos Egea, por Marenostrum) los que acudieron. La primera de las citas fue una cena el lunes por la noche con Carceller y Abelló en la sede madrileña de Bankia y la segunda, una comida en el mismo sitio con Del Rivero, Carceller y Manrique.
En esta tentativa también está involucrada La Caixa, interesada como accionista de referencia de Repsol. Asimismo, fue comunicada a la petrolera, que se mostró receptiva a la reconducción de la situación, según fuentes de su entorno. Sin embargo, eso choca con la petición realizada el martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que se investiguen los movimientos de acciones de su capital antes y después del 29 de agosto, día en que se anunció el pacto accionarial entre Pemex y Sacyr.
El enfrentamiento por este pacto tuvo su momento álgido los días previos al Consejo de Repsol con la reunión de los ocho consejeros independientes; la presentación de dos escritos por parte de Sacyr y Pemex en los que pedían responsabilidades a los ejecutivos por haber planteado una investigación a la Comisión de la Energía en contra de dos de sus accionistas y por las campañas mediáticas contra ellos realizadas desde la dirección; y, por último, la celebración del Consejo, en el que La Caixa habló por primera vez para rechazar el pacto.
En cuanto a la refinanciación de la deuda, que vence el próximo 20 de diciembre y se eleva a 4.900 millones de euros, ayer Sacyr informó de que ha pagado ya de forma anticipada un total de 237 millones de euros. En una nota enviada a la Comisión del Mercado de Valores (CMNV), la empresa explica que esta amortización anticipada se debe al superávit del grupo. En contraprestación a la refinanciación, Sacyr está dispuesta a aportar sus filiales Vallehermoso, Testa y Valoriza, así como las propias acciones de Repsol. De esa forma, pretende alcanzar una cobertura cercana al 150% del importe total del préstamo.
Ayer, el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, rompió el silencio. En una entrevista radiofónica, intentó explicar algunos extremos de la operación. "Repsol es español y va a seguir siendo español; si nosotros tenemos nuestro corazoncito con Pemex, entendemos que ellos también tengan su corazoncito", sentenció.
Suárez Coppel dijo que en Repsol buscarán "la mejor gestión posible". "Buscaremos darle el valor potencial que requiere la empresa". Y ejemplificó que le preocupa el hecho de que desde 2005, cuando entró la actual administración, el precio de las acciones de Repsol ha subido solo un 2%, mientras otras petroleras en ese mismo lapso han tenido aumentos del 25% o el 30%. "Queremos que mejore el retorno de la acción".
Sobre la supuesta intención de Sacyr de aumentar dividendos, comentó: "ni hemos platicado, ni hemos acordado, ni estaríamos dispuestos a hacerlo si daña a Repsol, no vamos a hacerlo para ayudar a un accionista en particular".
También habló del viaje relámpago de Antonio Brufau, presidente de Repsol a México tras conocer la existencia de un pacto. "Brufau dijo que le preocuparía si se firmara un acuerdo de sindicación de votos con Sacyr, por la situación de la constructora. Estaba fuera de lugar cualquier tipo de preocupación. Lo que le dije fue subimos la participación por razones fiscales (tener más del 5% es una gran ventaja fiscal), si seguimos subiendo es porque nos abre opciones como accionista".
El martes pasado se canceló una audiencia de Suárez Coppel en la Cámara de Diputados, cita que ahora será el 19 de octubre y en la que tendrá que explicar la alianza con Sacyr para tomar el control de Repsol.
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