El laberinto del galgo

Queriendo remachar aún más el sobreseimiento de las acciones penales contra Marta Domínguez y José Alonso Valero, ya oficiado en mayo, la juez de la Operación Galgo, Mercedes Pérez Barrios, dictó el pasado jueves un auto por el que vuelve a declarar nulos los análisis llevados a cabo en el laboratorio de Colonia que ya había anulado antes, por el que vuelve a acordar el sobreseimiento de la causa contra Domínguez, Valero y Alberto García por el delito de dopaje deportivo, ya sobreseída en mayo y recurrida por la fiscalía, y por el que, finalmente, recuerda que no procede acordar el sobreseimiento de la causa respecto al entrenador de Marta Domínguez, César Pérez, pues aún hay indicios de que dopaba a su pupila palentina. En los prolijos folios, además, la juez, que observa "irregularidades" en su proceder, pide que testifiquen los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la Operación Galgo para "depurar responsabilidades".

Fuentes de la lucha antidopaje califican de "errático" el proceder de la juez Pérez Barrios, titular del Juzgado número 24 de Madrid, quien pasó de colaborar activamente y apoyar todos los pasos dados por la Guardia Civil antes de la Operación Galgo, el 9 de diciembre pasado, y durante ella a invalidarlos uno por uno, aunque se mantiene abierta la causa por delito de dopaje contra el núcleo duro de la operación: los entrenadores Manuel Pascua, César Pérez y María José Martínez y el médico Eufemiano Fuentes, entre otros.

Mucho antes de la Operación Galgo, en 2004, Pérez Barrios, entonces titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Castilla-La Mancha, generó polémica al conceder el segundo grado al violador y asesino de Olga Sangrador y a uno de los criminales de Alcàsser, Miguel Ricart.

Los análisis de la discordia, anulados y reanulados, corresponden, por un lado, a tres frascos requisados a Alberto García conteniendo presuntamente el anabolizante trembolona, uno de los cuales, la botella de ron de sus mensajes según la investigación, se lo hizo llegar Marta Domínguez a través de Alonso Valero, el mánager de ambos. La irregularidad reseñada por la juez se refiere principalmente a que los frascos, después de que el laboratorio de la Agencia del Medicamento no pudiera analizarlos, estuvieron dos días perdidos, del 22 al 24 de febrero, hasta que fueron entregados al laboratorio antidopaje de Madrid. También condena la juez su viaje a un tercer laboratorio, el de Colonia, pues la Guardia Civil no avisó del mismo. Otro análisis implicado es el de una de las dos ampollas de AMTH-2, un supuesto anabolizante, intervenido a César Pérez en su vehículo el 13 de julio de 2010, cuando se dirigía a ver a Marta Domínguez a Palencia. En este caso se anula por el envío en un sobre de una parte alícuota al laboratorio de Colonia, ya que considera rota la cadena de custodia.

Las pruebas que pesan para que la juez no sobresea la causa contra César Pérez son, por un lado, la otra ampolla de AMTH-2 hallada en su coche, los famosos pendientes de oro de Marta Domínguez, y, según el auto del jueves 29 de septiembre, el que además existen indicios de que Pérez prescribía y suministraba a la atleta palentina "un conjunto de sustancias, entre otras hormonas de crecimiento y EPO, conforme a un plan de dopaje cíclico que debía terminar nueve días antes de las competiciones".