La CNE estudia el negocio gasista de Repsol para decidir si frena a Pemex

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) tiene previsto estudiar hoy, en un consejo extraordinario, la operación planteada por el grupo Sacyr Vallehermoso y la compañía estatal mexicana Pemex sobre Repsol al sindicar sus acciones (29,8%) en la petrolera. Los consejeros, con el ponente Tomás Gómez a la cabeza, tendrán que decidir si existen circunstancias suficientes, como sostiene Repsol, para investigar la operación.

Los consejeros tendrán que hilar fino porque la documentación presentada por Pemex ante la CNMV, que recoge sus intenciones, afecta a prácticamente a todas las áreas de actividad de Repsol, incluidas algunas de las que mantiene al 50% con su participada (31%) Gas Natural Fenosa. Ésta cuenta además en México con una filial (Gas Natural México) que distribuye en 38 municipios de ocho Estados y en México DF. Ambas, Gas Natural y Repsol, comparten desde 2005 la propiedad de una sociedad, Stream, creada para transportar y comercializar gas que maneja una flota de 20 barcos.

Una filial de Gas Natural distribuye el gas que consume México DF

La gasista ha solicitado a la CNE que se le permita hacer alegaciones

Pemex sabe que el negocio gasista se le abren oportunidades y así lo recoge en el documento Contexto del aumento de la inversión en Repsol. En la página 18 del informe interno se menciona expresamente la intención de aprovechar "intercambios de prácticas y conocimientos en proyectos de transporte de gas natural y licuefacción" así como la posibilidad de "generar oportunidades de negocios en distribución de gas natural". Pemex y Sacyr declararon también su voluntad de obtener "sinergias de las participadas relevantes de Repsol", lo que fue interpretado inmediatamente como un anuncio que afectaba de pleno a Gas Natural, empresa con actividades reguladas. La compañía que preside Salvador Gabarró ha solicitado a la CNE que tenga en cuenta las intenciones de Pemex en el apartado del gas y que se le permita realizar alegaciones si decide abrir expediente.

La intensa semana que se prevé en torno a la pugna por Repsol comenzó ayer con una reunión extraordinaria del consejo de Sacyr Vallehermoso, convocado por el presidente Luis del Rivero, para dar explicaciones a sus socios más críticos (Demetrio Carceller y Juan Abelló) y calmar la inquietud desatada tras la publicación de los documentos internos de Pemex y sus planes para Repsol. Sacyr no dio detalles sobre la reunión del consejo, celebrado tras un tenso encuentro de la reunión ejecutiva el pasado viernes.

Será mañana miércoles, en el consejo ordinario de Repsol, cuando probablemente se aclaren las posiciones de todos los actores en liza: de Sacyr y Pemex a La Caixa, el otro gran accionista (13%) de la petrolera española. Pero mientras decide la CNE y los nuevos socios Sacyr-Pemex afinan la estrategia, la inquietud por el futuro de la petrolera española se mantiene viva. Ayer, la Federación de Industrias Textiles, Químicas y Afines de Comisiones Obreras (Fiteqa-CC OO) acusó al Ministerio de Industria de, bajo "una aparente imparcialidad", favorecer el debilitamiento de Repsol como empresa industrial española con estrategia y capacidad de decisión propia.

En un comunicado, el sindicato mostró su "gran preocupación" por las consecuencias que para el futuro de la petrolera como empresa de referencia española pudiera tener un acuerdo como el de Sacyr Vallehermoso y Pemex, que, "más allá de una simple reordenación de sus órganos internos, afecta de manera clara a la estrategia industrial de la compañía, y lógicamente a la futura rentabilidad y eficacia de las inversiones puestas en marcha en las instalaciones industriales de España".

Por su parte, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) presentó ayer un escrito ante la CNE en el que pide al regulador que intervenga de oficio al considerar que el acuerdo Sacyr-Pemex es "una operación realizada en fraude de ley".