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Reportaje:

Desaire al verso suelto del PP

De la Torre se queda fuera de la FEMP, tras postularse para ser presidente

Cuando a principios de agosto el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se postuló para presidir la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), emprendió un viaje a ninguna parte, del que conservará el retrato final del desaire de su propio partido. No solo por no ser elegido pese al entusiasmo confesado, sino por haber optado por Juan Ignacio Zoido, el flamante alcalde de Sevilla, con quien de la Torre mantiene serias discrepancias a cuenta del estatuto de capitalidad que este reclama.

Según dirigentes consultados, el PP nunca llegó a considerar en realidad que De la Torre ocupara este cargo, para el que prefería a alguien más vinculado al aparato y, en todo caso, sí podría ocupar la presidencia de la FAMP, la federación andaluza. Las mismas fuentes sostienen que, pese a ello, De la Torre sí recibió ciertas señales desde el partido para que se postulara.

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Más allá de expresar su disposición, De la Torre confesó en público en varias ocasiones durante los primeros días de agosto que la presidencia de la FEMP le producía "entusiasmo e ilusión". Pero, de hecho, ningún dirigente de fuera de Málaga avaló las aspiraciones de De la Torre, y ya el 13 de agosto el líder del PP andaluz, Javier Arenas, trató de rebajar expectativas. Al ser preguntado por la cuestión durante una visita a Málaga, dijo que tenía la mejor opinión sobre él "como persona, gobernante y dirigente político", pero que el debate no estaba abierto.

Fuentes de la dirección del PP andaluz aseguran que la elección de Zoido surgió directamente de Mariano Rajoy, si bien el área del partido en materia municipal está controlada por Arenas, vicesecretario general de Política Autonómica y Local del PP nacional, además de presidente de Andalucía. Según esta versión, cuando ya De la Torre se había ofrecido ampliamente para el cargo -al igual que lo hicieron los alcaldes de Santander, Íñigo de la Serna, y Murcia, Miguel Ángel de la Cámara- Rajoy expresó su deseo de que al frente de la FEMP estuviera un regidor nuevo en la gestión municipal.

"Hablamos entonces con Paco [Francisco de la Torre] y le dijimos cuál era el perfil, que no respondía al suyo, y le recomendamos que hiciera pública su renuncia", aseguran las mismas fuentes. El lunes, día 19, De la Torre comunicó a los medios de Málaga que había decidido dar un paso atrás y argumentó que quizás fuera oportuno que el presidente nunca hubiera estado en la FEMP e, incluso, que se estrenara en el sillón consistorial. El alcalde malagueño explicó que la "recesión" de los municipios requería a alguien "con un enfoque que no estuviera condicionado por una experiencia anterior". "Yo doy esa idea, y con ella estoy dando un paso atrás, porque yo sí tengo experiencia municipal", zanjó.

Sus declaraciones fueron simultáneas a los rumores que empezaron a llegar a las redacciones sobre la posible designación de Juan Ignacio Zoido, y en algunos medios se reflejó su nominación el mismo martes. Para su elección ha pesado no solo la imponente marca (20 de 33 concejales) que ha conseguido en Sevilla -en los últimos 12 años gobernada por el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín-, también su cercanía a Arenas, que lo considera un producto suyo: él lo hizo delegado del Gobierno en Andalucía, él lo colocó después como secretario general del PP regional sin apenas experiencia en el partido, y lo aupó finalmente a la candidatura de la alcaldía de Sevilla.

Desde la FEMP, Zoido puede ser de gran ayuda a Arenas en las elecciones autonómicas, para las que aún restan seis meses. El líder del PP andaluz ha diseñado una estrategia de asalto a San Telmo en la que los alcaldes (los de las capitales y los de los pueblos) son la avanzadilla, con continuas reivindicaciones y exigencias a José Antonio Griñán.

En esa tarea De la Torre se las pinta solo. Tiene numerosos contenciosos abiertos con la Junta, a la que acusa de "obstaculizar el desarrollo de Málaga", pero en su reinvindicación de la autonomía municipal puede resultar también más incontrolable. De la Torre ha sido un siempre un verso suelto, a quien apenas ha interesado la vida orgánica del partido. Ni se ha ocupado de tener poder, ni se ha dejado manejar. Incluso, se enfrentó al expresidente provincial Joaquín Ramírez, a quien se negó a dar una cartera de peso en su gobierno municipal, y le forzó a renunciar como concejal.

El regidor de Sevilla es, de hecho, quien ha llevado la voz cantante del cerco a Griñán, a quien le envió una carta con 16 frentes, y cuya intención electoral quedó al descubierto al remitir la misiva antes a los medios de comunicación que al propio interesado. Además, la disputa con el PSOE respecto a quién tiene la mayoría de la FAMP (la versión andaluza de la federación) permite pensar que este organismo estará atascado hasta mucho después de las generales. En el caso de que el PP logre la presidencia de la FAMP, tampoco va a contar con tiempo suficiente para configurarse en un arma electoral eficaz en los comicios autonómicos.

El PP de Málaga, que respaldó las aspiraciones de De la Torre en la FEMP, no ha hecho causa del desaire y ha aceptado de buen grado la designación de Zoido, pese a pretender un estatuto de capitalidad para Sevilla. Una muestra más de la sintonía con Arenas del presidente provincial, Elías Bendodo, que tendrá una vocalía en la dirección de la FEMP.

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