Jesús Vidorreta, empresario del vino y la decoración
Jesús Vidorreta Carboneras (Logroño, 1928) falleció el sábado tras luchar durante más de un año contra un cáncer al que se enfrentó con la misma energía que demostró a lo largo de toda su intensa vida.
Fundador de la empresa de pinturas y papeles pintados Estevid, en los años sesenta y setenta del pasado siglo levantó pequeñas fábricas en Asturias, La Rioja, Bilbao, Zaragoza, Almería, Murcia, Alicante y Valencia, ciudad esta última en la que se estableció, montó dos tiendas de decoración y crió a sus ocho hijos: José Manuel, Concha, Chus, Jesús, Ana, María, Nacho y Begoña.
Empresario generoso como pocos, entendía los negocios no como enriquecimiento personal, sino como una forma de generar bienestar entre los que le rodeaban, familiares próximos y más lejanos, socios y amigos, personas en las que confió y a las que trató con una esplendidez que derrochaba a raudales.
En los últimos años, pese a estar jubilado, su espíritu emprendedor se impuso por encima de cualquier otra afición y se dedicó a la distribución de vinos, especialmente de pequeñas bodegas de La Rioja, su tierra, por las que apostó soñando siempre con convertirlas en primeras marcas.
Jesús Vidorreta fue también uno de los promotores de los conocidos apartamentos La Rampa, en la playa valenciana del Perellonet, donde pasaba los veranos. Siempre le recordarán por la cordialidad que desprendía y su contagiosa alegría moviendo las fichas del dominó, juego en el que era un maestro.
Su simpatía, su espíritu abierto, su carácter echao p'alante, su generosidad y su vitalidad quedarán para siempre en la memoria de los que le conocieron.
Su capilla ardiente está instalada en el tanatorio municipal de Valencia, donde a las 10.30 de hoy se celebrará una misa. A las 12.30 tendrá lugar la incineración en el parque San Jaime de Ribarroja. El martes, 20 de septiembre, a las 11.30, recibirá cristiana sepultura en el cementerio de Logroño.
