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Entrevista:PACHI VÁZQUEZ | Secretario general del PSdeG

"El banco es el gran fracaso de Feijóo"

Pachi Vázquez (O Carballiño, 1954) pasa su segunda reválida el 20 de noviembre, después de salvar los muebles en las municipales. Esta vez está decidido a plantear su candidatura a la presidencia de la Xunta inmediatamente después del 20-N.

Pregunta. ¿Qué se juega Pachi Vázquez en estas elecciones?

Respuesta. Yo me juego la calidad de vida de los gallegos, el acertar en un modelo de acción política que resuelva los problemas de los ciudadanos. Este es un debate en profundidad, sobre modelos de fiscalidad, recortes, distribución de la fiscalidad entre el que tiene o el que no tiene. Es lo que me juego, ni más ni menos.

P. ¿Pero qué significaría un mal resultado para usted?

R. Hombre, un mal resultado iría vinculado a un mal resultado en España, y significaría que el PSOE no consiguiese ilusionar a los que tradicionalmente nos votan. Va a ser un duelo de grandes partidos, provincia a provincia, en el que los candidatos en cada provincia van dar lo mejor que llevan dentro, y al final va a ser un duelo de ideologías. Por eso sería una visión deteriorada de la realidad personalizar las cosas.

"Los dirigentes de las cajas salen corriendo, eso me da inseguridades"
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"¿Qué pinta NCG en una institución que es del Banco de España en un 90%?"
"El partido necesita aclarar su candidato inmediatamente tras las elecciones"
"No valoro lo que diga Blanco; el proceso no lo hace solo una persona"
"Feijóo lleva el estigma de bloquear la reforma del Estatuto"
"Un mal resultado del PSdeG iría vinculado a un mal resultado en España"

P. ¿También en el caso de José Blanco, que es candidato?

R. La cara de las generales en Galicia van a ser nuestros candidatos. La de Rubalcaba frente a Rajoy, la de Pepe, de Fran Caamaño... De los que vayan. Esas son las caras, pero el equipo somos todos.

P. En las municipales, el PSOE tuvo mejores resultados en Galicia que en el conjunto de España. ¿Ese es el objetivo?

R. Aquel que quiera votar al PSOE en Galicia tiene mucho por qué votarlo, porque llevamos dos años y medio probando las recetas de la derecha, y esa sensación de cambio que puede tener alguna gente que no fue gobernada nunca por la derecha... En Galicia ya sabemos que esas recetas no funcionan. Eso es un caldo de cultivo para que el resultado aquí sea mejor.

P. ¿La reforma exprés de la Constitución es un hándicap?

R. Es una reforma dolorosa, que hay que tomar en el contexto más grave de la economía europea y española. Y la reforma, que únicamente tiene un criterio, que toda Europa para colocar la deuda tiene que dar garantías a 10 años, contiene un compromiso de estabilidad presupuestaria, para que los que compran la deuda tengan garantías de cobrar en 2020. Es una reforma compartida por todos nosotros, pero que fue en las formas muy dura. Decir que reformas la Constitución sin consultarlo es muy difícil de explicar. Pero el gran problema es que este septiembre negro hay que pasar el corte, y cada día Grecia, Europa, están al borde. Hicimos lo que teníamos que hacer por responsabilidad, pero el cuerpo no te queda bien porque te saltas uno de los principios básicos de nuestra Constitución, que es la participación popular. Pero la situación de extrema gravedad y urgencia explica que se hiciera de esta manera.

P. ¿Le hubiese gustado que se hiciera de otra forma?

R. Preferiría que se hiciese de otra manera, pero yo he tenido experiencia de gobierno, y gobernar es tomar decisiones duras. El Gobierno hizo lo que tenía que hacer, pero eso no quiere decir que esté contento con lo que se ha hecho.

P. ¿Le parecen Francisco Caamaño, José Blanco, Laura Seara y Carmela Silva los mejores cabezas de lista?

R. Por respeto a los 15.000 militantes, no hablaré de nombres. Me siento orgulloso de un partido que vota, que lo hace agrupación por agrupación, y que elige a los que la militancia considera mejores. Un buen dirigente debe estar callado, escuchar a la militancia, respetar a sus órganos y ser el garante de que se respete lo que digan los militantes. El PP no tiene un solo militante que haya elegido a sus candidatos, es dedo puro. Dedocracia frente a democracia.

P. ¿Está en juego su autoridad en el caso de Carmela Silva, si acaba acumulando los cargos de diputada y concejal en contra de su criterio de una persona, un cargo?

R. No está en juego nada, lo que está claro es que este partido tiene unas normas que se van a cumplir. No hay otra alternativa y nadie va a incumplir nada. Ni se contempla esa posibilidad. Todos los candidatos al final van a cumplir las normas del socialismo gallego. Todos.

P. ¿Compromete su cargo?

R. Yo no comprometo nada, es que no hay otra posibilidad.

P. ¿Consolidaría a Feijóo una victoria de Mariano Rajoy?

R. Pues no lo sé. A Feijóo lo que no le va a consolidar es la realidad de esa Galicia que tapa con la mano. Acabó la luna de miel, pasaron los dos años y no ha resuelto ni uno de los problemas de Galicia. La sanidad está peor que antes, la educación, el desempleo crece de nuevo, los ERE se disparan... Todo está muy difícil. No hay Gobierno gallego, no hay presidente. Y los grandes emblemas de Feijóo están como están. Como el banco gallego, que es el gran fracaso de la Xunta y de Feijóo. Vuelven a contar las cosas a su manera. Están orgullosos de que la caja tenga un 15%. Vamos a ver si es así, yo creo que estará más cerca del 10%, pero en todo caso, no tienen la gallardía de reconocer que quien pone todo el dinero es el Banco de España gracias a un decreto socialista. Pone el 100% de sus necesidades. Le recuerdo que lo dije al día siguiente de la estructura del FROB. Feijóo miente, como siempre, porque la decisión de Feijóo con las cajas las colocó en esta situación. Porque en Bankia, las cajas tienen el 52%, y sigue habiendo cajas. En CaixaBank, el 80%, y sigue habiendo cajas, y en Galicia rondan el 10%, y ya no tenemos cajas. De eso tiene que responder Feijóo. La ley era igual para todos: catalanes, madrileños y gallegos. Y la política de Feijóo coloca a las cajas rondando el 10% del valor de un banco donde por ahora no hay ni un solo inversor, y el Banco de España tiene que mantener entre el 85% y el 90% de su valor. Si lo quieren ocultar, que lo oculten, pero es la realidad de esta película. Ahora, que venga lo que tenga que venir. Solo vamos a discutir si participan fondos norteamericanos, el Banco de España o cualquier otra persona. El capital gallego, por desgracia, parece que es bastante escaso. Y al final, Feijóo deberá preguntarse por qué a las otras cajas les fue como les fue, y las de Galicia están donde están.

P. Si Feijóo lo ha hecho tan mal, ¿por qué no existe una sensación de descontento social contra la Xunta?

R. Porque son los dos primeros años y porque hay una ola nacional que va en la otra dirección. Puede haber un descontento en Galicia con el Gobierno gallego, pero hay un mayor descontento en España con el Gobierno socialista. Son dos corrientes que confluyen, y está claro que hay una mayor presión negativa contra Zapatero, alimentada por ellos. Pero que salgan a la calle 10.000 profesores de 30.000 significa algo, que se estén movilizando las organizaciones por la sanidad pública también. El naval, el mundo rural, todo el mundo está en ebullición. Todos sabemos que a España le va mal, pero a Galicia le va el doble de mal que a España y al final, la pregunta de Galicia llegará en su momento. Por cierto, sectores del PP le piden a Feijóo que adelante las elecciones a 2012, porque ven que esto no anda.

P. ¿Qué sectores?

R. Sectores muy vinculados a Alfonso Rueda. Eso es un fracaso del Gobierno de Feijóo, que sabe que esto no anda, que no tiene Gobierno, que el Igape no existe, que no hay políticas de empleo, que la sanidad va como va... Él vive de la ola nacional, pero cuando hablemos de Galicia no tiene nada que poner encima de la mesa. Por eso no habla nunca de Galicia.

P. Su proclamación como candidato se sigue retrasando. ¿Cuándo la va a plantear?

R. Lo que está claro es que Galicia necesita aclarar su candidato inmediatamente en cuanto pasen las generales. Teníamos un calendario que se alteró por la convocatoria de las generales, pero inmediatamente después se van a producir las decisiones para Galicia.

P. ¿Solo el regreso de Blanco a Galicia puede evitar que sea usted el candidato?

R. No, no. Es una decisión que tiene que tomar cada militante. Quien va a decidir el candidato son los socialistas gallegos. Ni yo, ni nadie.

P. Blanco ha cambiado de discurso. De negar la posibilidad de volver a Galicia, a admitirla abiertamente.

R. Eso ni lo valoro ni entro ahí. Soy el secretario general, tenemos un gran proyecto para este país, y tomaré las decisiones con la ejecutiva y el comité nacional para abrir un proceso que construya un proyecto para este país. Eso no lo hace una persona, sino un partido. Al día siguiente de las generales, lo haremos.

P. ¿Por qué ha introducido precisamente ahora el debate del Estatuto?

R. Por coherencia. Si estamos hablando de los cambios de reducir ayuntamientos, suprimir diputaciones, blindar la sanidad y educación... Eso todo, ¿dónde se hace? En el Estatuto. Pero Mariano Rajoy no lo permite. Eso queda en el debe de Feijóo, que lleva el estigma de cargarse el sistema financiero gallego y de ser el único presidente autonómico que bloquea la reforma del Estatuto. Le queda un hueco también para ser el único que ataca su lengua propia.

P. Decía que Novacaixagalicia es el gran fracaso de Feijóo.

R. Cometió un error clave, que fue sellar otras vías. Acotó el campo, y las cajas no tuvieron espacio para otras alianzas. Qué es mejor: ¿estar con una caja o no tener caja? En Galicia ya no hay cajas gallegas, pero las hay madrileñas, catalanas, vascas, que forman parte de bancos. En Galicia, qué pintamos en un banco donde hasta el 90% es del Banco de España, con 3.500 millones de euros ahí metidos. El valor es de unos 400 millones. Eso es lo que construyó Feijóo, con un discurso que vale para una cosa como para la contraria. Las cajas son las mejores, este banco es maravilloso, tenemos un 15% pero estamos encantados, el FROB nos ataca pero luego nos salva, aun así lo recurrimos... No entiendo nada. Feijóo construyó un galimatías financiero. Y hay que recordar que las palabras de Feijóo eran solvencia y galleguidad. Los dirigentes gallegos salen corriendo y la solvencia, por debajo del 15%. No se cumplió ninguno de los dos requisitos. Tendrá que explicarlo.

P. Pero cuando se produjo la fusión, usted y el alcalde de Vigo la celebraron.

R. Lo celebramos, pero estamos hablando de sistemas financieros a los que... Como le digo ahora: ¿vamos a defender este nuevo banco? Yo lo voy a defender, porque estamos hablando de la confianza de los ciudadanos, pero todos marcamos nuestras posiciones. Alguien tendrá que explicar qué fue de aquella auditoría de KPGM que nos costó un millón de euros, que dijo que éramos los mejores de España. Y Feijóo decía que la fusión suponía una potencia económica para este país. Ver a Feijóo decir que ha conseguido que esto valga el 15%... Pues dios mío.

P. ¿Qué hubiese pasado con las dos cajas por separado?

R. Son hipótesis, pero todo el mundo nos lo decía: si queremos seguir siendo cajas, hay que aliarse con cajas. Y las que se aliaron, están bastante vivas como tales. Si alguien se presentó como el campeón de las cajas, ahora debe ser responsable de lo que está pasando. Lo más doloroso es pensar que pudo haber otras vías

P. ¿Qué opina del proyecto de José María Castellano?

R. Al PSdeG no se le presentó, no sabemos cuál es. Hará lo que tenga que hacer, pero no es nuestro proyecto. Si alguien nos lo hace llegar, daremos nuestra opinión. Lo que sí sé es que la presencia de las cajas es una ridiculez.

P. ¿Qué le parece que los directivos de las cajas cobren prejubilaciones mientras piden dinero público?

R. Está pasando algo que se nos escapa a todos. No sé, ahí falta algo. Es muy difícil explicar que José Luis Pego salga corriendo. Él, José Luis Méndez... Son personas clave. Me duele mucho que se marche así. Eso no es una prejubilación, es salir corriendo. Y me produce inseguridades. Si el que hasta hace dos meses era el alma máter de la caja sale corriendo, ¿qué pasa? Tengo la sensación de que esto se está cociendo con la Xunta. Yo soy el representante del Partido Socialista, y con este proyecto no me siento vinculado. Simplemente lo desconozco, y eso es una debilidad del proyecto. Un proyecto que aspira a ser el de Galicia debe contar con el apoyo de las formaciones políticas gallegas.

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