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Entrevista:ALMUERZO CON... SAMI MAHROUM

"Europa podría revivir con las revueltas árabes"

Apenas han llegado los primeros platos, dos humeantes cremas hortelanas, y Sami Mahroum, director del centro de innovación Insead, ubicado en Abu Dabi, ya deja constancia de que lo suyo es conocer mundo. Pregunta por la historia de Bilbao, cita decenas de amigos de distintas nacionalidades y se interesa por la tradición culinaria española. "Hace tiempo que descubrí que el mundo era mi casa. Ahora, las redes sociales me han proporcionado mejores muebles".

Sami Mahroum, musulmán, nació en la Trípoli libanesa 40 años atrás, pero pronto emigró a la Trípoli libia por la guerra civil que estalló en Líbano en 1975. Cuatro años después volvió a su ciudad natal y siguió con sus estudios. Su espíritu viajero afloró y con 17 años voló a Noruega para cursar Ciencias Políticas. "El 80% de mis compañeros también se marcharon. Líbano es el primer país global. Un lugar muy pequeño para gente con tanto ego", apunta al tiempo que sorbe con calma su crema.

Este experto en captación de talento sacó a sus padres de Libia en una barca

Obtuvo pasaporte noruego y partió hacia Ámsterdam para estudiar la relación entre tecnología y economía, concluyendo este trabajo en Manchester. Tras realizar un doctorado sobre la fuga de cerebros en Sevilla, cruzó el Atlántico y trabajó para el Gobierno de Ontario, en Canadá, aunque no guarda muy buen recuerdo de ello. Sus palabras le delatan: "No me gusta respetar las jerarquías. Además, cuando en los países occidentales trabajas más de cinco años en un mismo sitio, pierdes tu innovación".

Sami Mahroum volvió a aterrizar en Europa, se casó con una libanesa en Suiza y fue contratado por la agencia de innovación británica NESTA. Dos años después, pasó a la sede de la OCDE en París, trabajo que le abrió las puertas hacia su actual cargo en el Insead, una de las principales escuelas de negocios del mundo. Allí, Sami Mahroum, invitado ayer por la Diputación vizcaína a los cursos de verano de la Universidad del País Vasco, ha encontrado su propio paraíso. "En Abu Dabi no hay límites. Eres más libre, solo te juzgan por los resultados", afirma mientras ceñudamente trocea un cordero.

Sami Mahroum, que siempre lleva una sonrisa como carta de presentación, se suelta con el segundo plato y confiesa que cree que Europa se ha vuelto muy complaciente. "Ha perdido dinamismo, quizá porque cada vez es más mayor. La gente no piensa en lo que va a ofrecer, quiere beneficios y vacaciones, pero para eso hay que trabajar", añade el experto libanés, que recientemente ha tenido que rescatar a sus padres de Libia, donde tienen una clínica. Su vuelta fue toda una odisea: "Viajaron durante 36 horas desde Libia hasta Malta en una diminuta barca sin asientos ni comida facilitada por Europa".

El experto en innovación ve en las revueltas árabes una oportunidad para los jóvenes europeos, a quienes recomienda salir del continente, en el que los puestos de decisión los ocupa siempre gente mayor. "Es una oportunidad para que Europa reviva y sea capaz de exportar talento hacia una comunidad que necesita cerebros y recuperar sus recursos". Además, sorbiendo con parsimonia su café, concluye: "El Viejo Continente avanzará cuando el europeo medio ponga más presión al Gobierno en su política exterior".

Mahroum: "Líbano es el primer país global".
Mahroum: "Líbano es el primer país global".LUIS ALBERTO GARCÍA

Sociedad Bilbaína. Bilbao

- Dos platos de crema hortelana.

- Cordero asado.

- Dos tartas de queso.

- Agua y café.

Total dos menús (con IVA): 71,28 euros.

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