Vigo suspende obras por 4,8 millones para pagar casi 11 a una inmobiliaria

El Ayuntamiento de Vigo tendrá que modificar los presupuestos del actual ejercicio para detraer 4,8 millones de euros del capítulo de inversiones (varias humanizaciones de calles, la construcción de escuelas infantiles y de instalaciones deportivas, mejoras en el Casco Vello y otras partidas) para afrontar el pago inmediato de una deuda de 10,7 millones de euros con la promotora inmobiliaria Miraflores. Para cubrir los 5,9 millones restantes de esa deuda recurrirá al remanente de tesorería.

El problema viene coleando desde 1992. Entonces, con el socialista Carlos González Príncipe en la alcaldía, el Ayuntamiento acordó una permuta de terrenos con la promotora Miraflores por la que esta cedía terrenos -enfrente de la estación de autobuses, al otro lado de la avenida de Madrid- para construir el primer cinturón de circunvalación a cambio de otros para edificar en A Bouza. La promotora no pudo edificar e inició el proceso para reclamar al Ayuntamiento una compensación que los sucesivos Gobiernos locales han ido aplazando, alargando el litigio, hasta tocar ahora fondo, cuando la suma de intereses, 5,1 millones de euros, ya es superior al principal de la deuda y los tribunales obligan a pagarla a tocateja y de una tacada.

Dejarán de reformarse calles y de construirse guarderías

El actual alcalde, Abel Caballero, intentó en el anterior mandato afrontar la indemnización vendiendo dos parcelas municipales, pero no encontró comprador para ellas y los tribunales tampoco aceptaron su pretensión de saldar la deuda a plazos. Ayer se dolía de la herencia que le corresponde por aquella "operación lastimosa y nefasta" de González Príncipe, con quien, a su vez, mantiene en el seno de la agrupación socialista local un ácido pulso, con un expediente de expulsión abierto al exalcalde como último episodio.

Caballero tachó ayer la gestión de González Príncipe de "catastrófica", aunque también recordó que ninguno de los regidores posteriores resolvió el problema. Ahora sí, según él, gracias a "la buena gestión" de su equipo y a que la economía municipal está saneada y puede asumir el pago de la deuda "con coste cero" para los vigueses, ya que las inversiones de las que se detraerán los 4,8 millones no se cancelan, sino que solo se aplazan para el próximo año.

"El tiempo nos da la razón y en este época de crisis tendremos que hacer frente al mayor desembolso de la historia de la ciudad, derivado de actuaciones urbanísticas de anteriores gobiernos socialistas", despachó ayer mismo el concejal Antonio Bernárdez, del PP, que acusó al PSOE de no haber tenido en los últimos años "la más mínima intención" de saldar la deuda y de no ofrecer alternativas de acuerdo con la promotora.

No obstante, el PP votará a favor de la modificación presupuestaria, que será aprobada mañana en un pleno extraordinario.