John H. Davies, de Charles Dickens a Monty Python
El actor inglés logró además enorme éxito como productor
A mucha gente la vida solo le da, como mucho, para levantar una carrera. A John Howard Davies sus 72 años le dieron para varias, y en dos de ellas tuvo un éxito brutal. Primero, como actor infantil, cuando llegó hasta a protagonizar el Oliver Twist de David Lean; después, como productor televisivo, años en los que estuvo detrás de Monty Python's flying circus, Fawlty towers, Caída y auge de Reginald Perrin, Sí, ministro o Allo, allo. Davis, que falleció el pasado día 22 en Oxfordshire (Reino Unido) , víctima de un cáncer, ha dejado una huella imborrable en el audiovisual británico gracias a su olfato para la comedia y a su capacidad para encontrar el talento: tanto, que él mismo dejó de actuar porque sabía que ni estaba dotado para ello ni era lo suficientemente guapo.
Decisiones suyas cambiaron el rumbo de la comedia televisiva inglesa
Davies nació en 1939 en Londres en un ambiente propicio para el show business: su padre era guionista y crítico cinematográfico. La empresa productora de Oliver Twist, Cineguild, lanzó en 1947 una campaña nacional para buscar un crío desconocido que protagonizara el filme de Lean, y el productor Ronald Neame lo encontró en la familia de un amigo de su infancia, Jack Davies. Así JHD, como le llamaban los amigos, entró en el cine con ocho años por la puerta grande, en el papel estelar de una de las mejores adaptaciones que se han hecho para el cine del mundo dickensiano: cualquier cinéfilo recuerda la carita de JHD pidiendo, cuenco en mano, un poco más de comida en el orfanato. Le siguieron otros trabajos en el cine y televisión, labores que Davies compaginaba con los estudios. Acabado su servicio militar, entró a trabajar en la City, el centro financiero de Londres, pero por poco tiempo, porque después se dedicó a vender alfombras. Finalmente acabó en Australia, donde volvió a la actuación en, por ejemplo, una versión de Sonrisas y lágrimas en la que conoció a su primera mujer. Pero él mismo reconocía sus limitaciones artísticas, por lo que se reinventó como productor televisivo y en 1966 entró en la BBC.
En 1969 fue ascendido de asistente a productor y empezó a dar muestras, esta vez sí, de estar dotado para algo: un ojo especial para la comedia. Por ejemplo, Davies arrancó el mítico show Monty Python's flying circus, dirigiendo incluso sus cuatro primeros episodios. Tras dos años en EMI Television Productions (1973-1975), volvió a la BBC y allí fue el pilar de Fawlty towers, la delirante serie de John Cleese que contaba el día a día en un hotel de vacaciones. JHD escogió él mismo los exteriores, recomendó contratar a Prunella Scales como coprotagonista -dijo que su personaje era mezcla de sus dos primeras esposas- y colaboró en la reescritura de algunos capítulos. Por este y otros éxitos ascendió en 1978 a director de la sección de comedia de la BBC, desde donde estrenó series gloriosas como Auge y caída de Reginald Perrin, Sí, ministro, Allo, allo o Estas no son las noticias de las nueve. En 1985 fichó por Thames Television, donde tomó dos decisiones que cambiaron la historia de la televisión británica: despidió a Benny Hill, tras 20 años de serie, y lanzó Mr. Bean, la llegada a la fama de Rowan Atkinson.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.