Gayoso explica la caída de beneficios de la caja por su política "superconservadora"
El copresidente de la caja de ahorros gallega, Julio Fernández Gayoso, aseguró ayer que Novacaixagalicia ha entrado en una fase de "superconservadurismo". Lo dijo para explicar la brusca caída de los beneficios, del 73%, en el primer semestre del año, lo que arrojó un resultado de 26 millones de euros.
Las provisiones para hacer frente al deterioro de activos asociados al mercado inmobiliario y a la cartera de renta variable han obligado a la caja a destinar 207 millones a provisiones. "Lo que queremos es que el banco tenga unos cimientos muy sólidos, más que estar ahora preocupados por presentar cuentas de resultados brillantes en esta parte del proceso", justificó Gayoso. Fue en unas declaraciones tras la celebración del último consejo ordinario de la caja de ahorros como tal.
Los miembros del máximo órgano de gobierno escucharon las explicaciones del director, José Luis Pego, sobre la cruda situación económica actual y el difícil momento que se avecina. Como es habitual, se formularon pocas preguntas. Pego aclaró las dudas que expresaron representantes sindicales y del BNG sobre las causas de la caída de los márgenes de negocio y defendió la necesidad de mantener una política de prudencia mientras la morosidad siga en los niveles actuales.
Todavía falta una última reunión extraordinaria del consejo antes de que la caja se convierta definitivamente en un banco, algo que ocurrirá en la primera quincena de septiembre. Su futuro presidente, el también presidente de ONO, José María Castellano, ha negociado durante semanas con fondos de inversión y fortunas particulares posibles aportaciones que se materializarán tras una ampliación de capital.
No hay nada cerrado, aunque en las últimas semanas se ha especulado mucho sobre el posible interés de empresarios gallegos afincados en México y fortunas locales. "Hasta que no se conozca la valoración de la caja, algo que hará el Banco de España, no se podrán concretar cifras", señaló un portavoz. El propio Gayoso apeló a la "confidencialidad", para eludir dar más detalles, pero se mostró optimista ante la llegada de inversores. La caja necesitaba en febrero 2.600 millones de euros para cumplir con los requisitos marcados por el Gobierno. Estos últimos meses ha reducido su necesidad de capital, aunque por ahora no ha cuantificado la cifra.
Al menos dos fondos internacionales se han comprometido a presentar ofertas de adquisición de acciones tras conocer el estado de la caja y su proyección.
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