Las reservas de agua garantizan el suministro

Este no ha sido un buen año para los embalses, pero el abastecimiento está garantizado, sobre todo por la previsión de lluvias en septiembre. Es el mensaje que Francisco Menéndez, presidente de Augas de Galicia, ha querido transmitir durante la presentación de las cifras de ocupación de las presas. Las medias son más bajas que el año pasado y "la situación es de preocupación, pero no de alarma", asegura. La ocupación general no supera el 55%, frente al 60% de 2010 en las mismas fechas. También los embalses de abastecimiento tienen menos agua que el año pasado: de media, los niveles de ocupación son del 69% cuando en agosto de 2010 eran del 78%.

Son las presas más pequeñas las que más están sufriendo la escasez de agua después de una primavera seca y un verano que, pese a las lluvias de los últimos días, no ha conseguido aliviar la falta de agua. El embalse de Bahíña, en Baiona, está al 15% de su capacidad y el de Con al 31%. Aunque la situación de estas dos presas es la más preocupante, Menéndez confía en que no sea necesario activar un protocolo de emergencia porque "la demanda de agua ya está bajando". Otros embalses, como el de Forcadas, del que se abastece la ciudad de Ferrol, o Eiras, en Vigo, acaban el verano de una forma más holgada, con ocupaciones del 84% y 65%, respectivamente.

Vigo, abastecido

El abastecimiento de la ciudad de Vigo depende de las presas de Eiras y Zamáns, con niveles de ocupación de más de 10 puntos porcentuales por debajo de los de 2010. El alcalde, el socialista Abel Caballero, define la situación de "altísimamente preocupante" e incluso critica al conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, por "no tener un rato para interrumpir sus vacaciones" y tratar "las dificultades serias" a las que se enfrenta la ciudad, según el regidor. Muy distinta es la percepción del presidente de Augas de Galicia que, aunque promete que la Consellería estará "pendiente permanentemente de la situación", no será necesario activar medidas de emergencia, previstas en caso de que las reservas de agua de un sistema bajen durante 40 días. El año hidrológico se cierra a finales de septiembre, habitualmente el mes con menor cantidad de agua en los embalses. Con todo, Menéndez llama a "los pequeños gestos responsables a la hora de consumir agua".