Zapatero a los suyos: "Es la medida menos dura de las que podía tomar"
La negociación con el PP encalla al pedir el PSOE cierta "flexibilidad" en el déficit - Los socialistas quieren introducir excepciones en la reforma de la Constitución
Las conversaciones entre dirigentes de PSOE y PP para acordar una modificación de la Constitución que fije un límite al déficit público se complicaron ayer por la tarde. La reclamación de una "cierta flexibilidad" en el compromiso de déficit por parte del PSOE, cuya delegación encabeza el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, choca con la rigidez de la representación del PP, con Soraya Saénz de Santamaría al frente. "El PP ha venido con un planteamiento de equilibrio puro y duro, de déficit cero", explicaban ayer fuentes de la delegación socialista.
La negociación se inició ayer mismo y a contra reloj, porque debe cerrarse mañana, viernes, para que el Congreso pueda tomar en consideración la reforma el próximo día 30 y aprobarla el 2 de septiembre.
Rubalcaba ha tomado las riendas de la negociación con los populares
Los socialistas conversan con CiU y quieren hacerlo con PNV y CC
El pasado martes por la noche, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero reunió en La Moncloa a la vicepresidenta primera, Elena Salgado; al candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, y a José Antonio Alonso. Les comunicó su enorme preocupación por lo que pueda pasar en el panorama financiero internacional en septiembre y defendió su propuesta de reforma constitucional como la "menos agresiva" de las medidas que se podían tomar para tratar de frenar la inestabilidad de los mercados.
Ayer, Zapatero cedió las riendas de la negociación al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se fijó como objetivo apostar por "una norma constitucional que sirva, también, para el futuro y sea útil para distintas situaciones económicas y ponga a salvo las políticas sociales". Lo que se traduce en introducir una "cierta flexibilidad" en la negociación del compromiso de déficit. También pretende ampliar el consenso, más allá del PP, con los partidos nacionalistas y de izquierdas, de modo que resulte lo más parecido al que tuvo la Constitución de 1978.
En un terreno más preciso, su propuesta pretende que la Constitución recoja que, en situaciones de crecimiento económico normal -entre el 2% y el 3% en España-, el déficit debe ser cero, con posibilidad de superavit si se supera el 3%; pero también con la posibilidad de incurrir en un pequeño déficit si el crecimiento es inferior al 2%.
Ese margen de flexibilidad, ese "pequeño déficit", podría aplicarse en momentos excepcionales, como catástrofes naturales o situación económica muy grave (excepciones que también figuran en la Constitución alemana, la única que hasta el momento recoge un tope al déficit). Y la negociación de ese margen se ha convertido en la clave que ha complicado la negociación del PSOE con el PP.
La vicepresidenta Elena Salgado adelantó ayer que ya existen algunas referencias, como la alemana, que fija un déficit tope del 0,35% del PIB. Aunque el de España no tiene por qué ser el mismo, Salgado precisó que el Gobierno negociará con los partidos a partir de unos parámetros cercanos a esa cifra. No obstante, aclaró que las excepciones incluidas en la norma permitirán que el déficit sea mayor. "Lo otro sería atarse de manos y no poder estimular la economía ni atender a los más necesitados en una situación de grave recesión económica como la que estamos viviendo", dijo.
Además del PP, el PSOE ya ha entrado en contacto con CiU y pretende hacerlo también con el PNV y Coalición Canaria. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, adelantó ayer su "gran reticencia" a la reforma constitucional, porque "privaría a las Administraciones públicas de una herramienta muy útil para afrontar las recesiones económicas".
Las bases de la negociación las discutieron los socialistas el martes por la noche en La Moncloa. Zapatero expresó su temor de que las turbulencias financieras vividas por la economía española en la primera quincena de agosto se puedan repetir en las próximas semanas. Y defendió la reforma constitucional como la fórmula "menos agresiva" entre todo lo que "se puede hacer".
El presidente no se refirió a la carta que supuestamente le envió hace días el Banco Central Europeo. Pero otras fuentes socialistas señalan que en dicha carta podría figurar la propuesta de reforma constitucional junto a otras "más duras" y con mayor coste social como el endurecimiento de la reforma laboral. Zapatero, en su encuentro en La Moncloa, defendió que España siga la pauta marcada por los grandes países de la UE, como Alemania, Francia e Italia, de constitucionalizar su compromiso de déficit como mensaje contundente a los mercados.
La vicepresidenta primera adelantó en la Cadena SER que el déficit tendrá que calcularse de acuerdo con el crecimiento económico de cada año. En cuanto al plazo, adelantó que, aunque la reforma constitucional se materialice ahora, se fijará la fecha de 2018 o 2020 como el momento a partir del cual el déficit estructural deba ser limitado.
El ejemplo alemán
- Alemania reformó en 2009 los artículos 109 y 115 de su Ley Fundamental. Quedó así:
- Artículo 109.3.- "Los presupuestos de la Federación y de los Länder [regiones autónomas] deben ser, por regla general, equilibrados, sin ingresos provenientes de créditos".
- "La Federación y los Länder podrán prever la posibilidad de regulaciones concretas cuando el desarrollo coyuntural se aparte de la situación normal, tanto en momentos de expansión económica como de recesión, así como una regulación de excepción para casos de catástrofes naturales o situaciones extraordinarias de emergencia que escapen del control del Estado y que graven considerablemente la situación financiera estatal. Cada regulación de excepción deberá prever [una] regulación de amortización".
- "[El presupuesto federal] se regula conforme al artículo 115".
- Artículo 115.2.- "Ingresos y gastos deben equilibrarse sin ingresos provenientes de créditos. Se cumple este principio si los ingresos provenientes de créditos no superan 0,35% del Producto Interior Bruto nominal".
Tres años de renuncias de Zapatero
- "Tomaré las decisiones que España necesita aunque sean difíciles, me cueste lo que me cueste", declaró Zapatero en el debate del estado de la nación de 2010, dos meses después del más radical cambio de rumbo económico de un Gobierno en democracia. Estas han sido las renuncias más importantes que la crisis le ha obligado a hacer.
- Impuestos. La reforma fiscal en vigor desde 2007 incluía un IRPF más bajo, más deducciones personales y familiares, y la primera rebaja del impuesto de sociedades en democracia. Aquella reforma ya renunciaba a la promesa de establecer un único tipo impositivo para todas las rentas. Zapatero sentenciaba: "Bajar impuestos es de izquierdas" y suprimía el de patrimonio. Pero en 2010 anunció una subida que tenía como eje central el IVA. Ahora, estudia recuperar el impuesto de patrimonio antes de las elecciones del 20-N.
- Sueldo de funcionarios. Zapatero, que quería mejorar el poder adquisitivo de los funcionarios, les rebajó los sueldos un 5% de media en mayo de 2010, yendo mucho más allá que el Gobierno de José María Aznar, que los había congelado. La vicepresidenta Elena Salgado había prometido que no se tocarían.
- Reforma laboral. "A quienes piden un despido más fácil y más barato les digo: ¡Que no, que no!", aseguraba Zapatero en febrero de 2009. Pero la reforma laboral aprobada permite hacerlo pagando 25 días por año trabajado frente a los 33 de antes y ERES por previsión de pérdidas sometidas a arbitraje. La reforma retrasa la jubilación a los 67 años y, en la mayoría de casos, recorta las pensiones al alargar el plazo de cómputo.
- Pensiones. Tras las anuales subidas anunciadas en Rodiezmo (León), Zapatero anunció que las congelaba (salvo las mínimas) en mayo de 2010.
- Deducciones por vivienda. En el debate del estado de la nación de 2009, Zapatero anunció la eliminación de las deducciones por compra de casa, salvo para las rentas bajas. Después, y con el PP prometiendo resucitar esas desgravaciones, Zapatero anunció ayudas a la reforma de la vivienda. Y el pasado martes aprobó en el Congreso una nueva desgravación al rebajar a la mitad el IVA (del 8% al 4%) al comprar casa.
- Cheque bebé. La ayuda de 2.500 euros por hijo, aprobada en julio de 2007, se eliminó en mayo de 2010.
- 400 euros. En la precampaña electoral de 2008, Zapatero prometió 400 euros cada año a los contribuyentes de IRPF. La medida murió en 2009.
- Salario mínimo. En el programa de 2008, Zapatero prometió subir a 800 euros el salario mínimo a lo largo de la legislatura. Hoy es de 641, 40 euros.
- Ayuda al desarrollo. Zapatero prometió que no la reduciría por la crisis e instó a otros países a que tampoco lo hicieran. Pero en mayo de 2010 la recortó en 600 millones de euros, renunciando a otra promesa: la de destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a Ayuda al Desarrollo en 2012.
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