La guerra de la Supercopa no tiene fin
Competición expedienta a Mourinho por falta grave y a Vilanova por leve - El portavoz del técnico dice que alguien le suplantó al informar a Canal + de que se quiere ir del Madrid por carecer de respaldo directivo - El luso pide perdón "solo" a su hinchada y el club reclama luego contra el Barça
La mañana de ayer empezó con el expediente abierto a José Mourinho y Tito Vilanova por los incidentes en el Camp Nou durante la Supercopa. Alfredo Flórez, juez único del Comité de Competición, ha decidido expedientar al técnico del Madrid por falta grave y al ayudante de Pep Guardiola en el Barcelona por falta leve. Mourinho agredió a Vilanova metiéndole un dedo en el ojo. Este le respondió con una colleja. El árbitro, al no percatarse, no reflejó nada en el acta, por lo que Competición ha actuado de oficio. La falta grave es sancionada con entre cuatro y diez partidos de suspensión; la leve, con entre uno y cuatro. Si fuera castigado, Mourinho cumpliría la pena en la Liga. Las faltas leves, en cambio, se cumplen en la Supercopa.
Pocas horas después de que se conociera la decisión de Competición, Canal+ informó de que, según Eladio Paramés, el portavoz personal y asesor del entrenador portugués desde sus tiempos en el Chelsea, Mourinho podría dejar el Madrid al no sentirse respaldado por sus dirigentes tras los episodios de la Supercopa. Un periodista de esa televisión estableció contacto con Paramés vía sms para pedirle una entrevista con Mourinho. Le contestó que "no era el momento", ya que Mou "meditaba marcharse al no sentirse apoyado en el club". También contó Paramés, en otro supuesto sms, que el técnico comunicaría su decisión en una conferencia de prensa y que pensaba reunirse con los responsables del Madrid.
El intercambio de mensajes ocurrió el lunes por la noche. Ayer por la mañana, el periodista preguntó a Paramés si su mensaje era una confidencia o si daba su OK para hacerlo público. Según Canal+, el portavoz de Mourinho dio su OK. El caso es que un par de horas más tarde Paramés dijo no haber sido él quien envió esos mensajes. "Tengo dos teléfonos móviles, uno portugués y uno con tarjeta española que me compré hace un año y utilicé solo un par de meses porque era complicado recargarla. Ya no tiene crédito. La han duplicado y alguien se está haciendo pasar por mí. Ese móvil lo tengo sin saldo y metido en un cajón de casa", fue la versión del portavoz de Mourinho.
No es la primera vez que Paramés habla en nombre de Mourinho. Lo hizo en mayo para callar a Jorge Valdano, quien intentaba explicar por qué el técnico ya no aparecía por la sala de prensa: "Ha dado un paso al costado hasta que bajen los decibelios". Tardó 10 minutos en desmentir al director general. "Valdano es el portavoz del club, pero no el portavoz de Mourinho. Se equivoca rotundamente. Mourinho hablará en el momento oportuno y de forma inequívoca", dijo a través de un comunicado.
Paramés llevaba desaparecido desde mayo. El lunes reapareció con un nuevo comunicado. Justamente después de que algunos periódicos publicaran que el técnico portugués estaba arrepentido por su feo gesto a Vilanova. "José no pide perdón. Tiene muy claro que está defendiendo al Madrid. Y eso supone hacer frente a todo tipo de agresiones verbales", escribió Paramés. Y continuaba: "Mourinho trabaja para el club más odiado. No le importa nada lo que diga la prensa. Le importa lo que piense el madridismo".
Y así fue. Ayer, poco después del enredo y un día antes de que la hinchada le reciba hoy en Chamartín con motivo del Trofeo Santiago Bernabéu ante el Galatasaray (22.30, GolT), Mourinho colgó una carta en la web del club para disculparse "solo ante el madridismo". De paso, aclaró que no piensa dimitir: "Solo quien no me conoce puede soñar, inventar o creer que pueda marcharme ahora del Real Madrid...". El técnico portugués no se había expresado en público desde su rueda de prensa en el Camp Nou, en la que no se disculpó. El Madrid también había guardado silencio. Lo rompió ayer, tras las supuestas declaraciones del portavoz de Mou lamentando la falta de respaldo a este y una vez que el técnico había difundido su escrito. El Madrid, también en su web, expresó su extrañeza por la intervención de Competición cinco días después del partido -suele tomar sus decisiones los martes- "y, curiosamente, escasas horas después de que el presidente del Barcelona se lo reclamase públicamente a la propia federación".
El pasado lunes, en una alocución ante las peñas, Sandro Rosell, el presidente azulgrana, pidió cordura y sentido común y puntualizó que el Barça y Vilanova no denunciarían la agresión de Mourinho. "No sabemos si los estamentos de la federación actuarán, porque están de vacaciones, pero las pruebas son clarísimas. Si creen pertinente actuar de oficio, ya lo harán", apostilló.
El Madrid también reclamó en su nota oficial que se investiguen "las vejaciones, provocaciones, insultos y agresiones que tuvieron que soportar los jugadores, cuerpo técnico y demás miembros del banquillo de nuestro equipo en el terreno de juego y también en el túnel de vestuarios". El club no aclaró qué pasó en el túnel, ya que el Barça se quedó en el césped a recibir el trofeo y el Madrid se fue de inmediato a la caseta.
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