Coentrão es la cuestión
Las dudas de Mourinho ante el Barça se centran en ubicar a su fichaje más querido
El presidente del Benfica, Luís Filipe Vieira, se reunió hace dos semanas con unos empresarios en Madrid para firmar unos contratos. En el curso de la comida, según uno de los presentes, les confesó: "Todavía no me puedo creer el negocio que hice el año pasado con Di María. Pero el que hice este año con Coentrão fue aún mayor. Fue el día más feliz de mi vida".
El Madrid pagó 30 millones de euros por Coentrão, un lateral zurdo, a pesar de contar en su plantilla con Marcelo, probablemente el mejor defensa izquierdo del mundo. Fue un reclamo expreso del entrenador, José Mourinho, que argumentó que el portugués le resultaría útil porque puede desenvolverse en varias posiciones. Ante la visita del Barcelona para disputar la ida de la Supercopa, primer partido oficial de la temporada, Mourinho estudia la mejor fórmula para sacar provecho de su fichaje más querido. Dicen en Valdebebas que no lo tiene claro.
El técnico estudia ponerle en el centro del campo para reforzar la defensa
"Cuando juega en el medio, nos cuesta encontrarle", dice un futbolista del Madrid
Desde que llegaron a Los Ángeles para comenzar la pretemporada, los jugadores observan que una de las principales preocupaciones de Mourinho consiste en encontrar un esquema que permita a Coentrão demostrar su valor en funciones que nunca desempeñó. Puesto que el lateral izquierdo se lo ha ganado Marcelo, el técnico ha experimentado con él en zonas más avanzadas, como los extremos o los carriles interiores. En las bandas hay dos jugadores consolidados: Cristiano y Di María. Quedan más huecos en el medio. Pero justamente allí es donde Coentrão se muestra más desorientado. Nadie reprocha su generosidad, su capacidad para abarcar muchos metros cuadrados persiguiendo rivales y acompañando las jugadas. El problema de Coentrão cuando se mueve por la zona ancha es que carece de experiencia: le falta sentido táctico cuando no tiene el balón. Como dijo un jugador tras el partido contra el Chivas: "Le buscábamos para darle la pelota y no le encontrábamos".
Fijo Cristiano en la izquierda, se abre la incógnita del extremo derecho. En la plantilla creen que, ante el Barça, las dudas de Mourinho se centran en cómo cubrir los carriles. El técnico desconfía tanto del estado de forma de Di María, que tardó en incorporarse a los entrenamientos y lleva poco más de una semana con el grupo, como de las aptitudes de Coentrão para ejercer de extremo a pierna cambiada. Los compañeros, en las prácticas, han visto que toda la capacidad de desborde de Coentrão cuando juega con el balón al pie arrancando desde la izquierda se desvanece en la otra banda. Mientras Di María, otro zurdo, sabe encontrar los espacios, al portugués le resulta más difícil. De ahí que Mourinho esté pensando en formar un 4-3-3 con tres mediocentros. Es decir: un trivote con un falso extremo, Coentrão, más pendiente de las labores de mantenimiento que del ataque. Es la fórmula que entrenó en la gira por China: Xabi Alonso en el medio, Khedira a la izquierda y Coentrão a la derecha. Arriba, Özil, Benzema y Cristiano.
La concentración en Hollywood, como la gira por China, sirvió para que los jugadores asimilaran la idea central del mensaje de Mourinho: esta temporada, lo fundamental es evitar los riesgos en la defensa. Si en el verano pasado el técnico hizo hincapié en la necesidad de mantener la portería propia intacta, ahora ha redoblado sus consignas en este sentido. De salida, el patrón es más conservador, sobre todo ante adversarios como el Barça. "Tendremos menos licencias para atacar que el año pasado", dicen en el vestuario. Lo esencial es no perder el orden. Y, como el orden se pierde alrededor de la pelota, cuanto menos gente se implique en el ataque, mejor.
Coentrão, de 23 años, encaja en este esquema gracias a su capacidad aeróbica. El despliegue y el sentido de la marca le permiten actuar en auxilio de Alonso y Khedira, al menos cuando el balón lo tiene el rival. El hombre es capaz de correr como un fondista. Sobre todo, sus compañeros notaron la diferencia en los primeros días de la pretemporada. Venía con 10 días de preparación en el Benfica, que ya había iniciado la pretemporada, y acudió a Los Ángeles con el depósito más lleno. Esto le permitió ir experimentando frente al Chivas, el Leicester o el Tianjin.
Mañana, Mourinho tendrá ocasión de ponerle a prueba ante el campeón de Europa.
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