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Reportaje:

El pánico desata las ventas

El Ibex 35 se deja un 10% de su valor en su peor semana desde mayo de 2010

David Fernández

Semana de locura en los mercados. A la crisis de deuda en Europa se sumó un nuevo factor de incertidumbre: el miedo a que la economía mundial caiga de nuevo en recesión. El desconcierto general y el menor volumen de negociación propio del mes de agosto acentuaron las oscilaciones de las cotizaciones.

Uno de los países más castigados fue España. El Ibex 35 se dejó un 10% de su valor en tan solo cinco sesiones. Ningún valor del selectivo logró cerrar la semana en positivo. Los mayores castigos se dieron en aquellos valores más expuestos al ciclo económico como Técnicas Reunidas y ArcelorMittal, cuyas acciones retrocedieron más de un 18%. En lo que va de año, el índice acumula una bajada del 12%. Tras la huida de los inversores de la renta variable, ninguno de los principales índices bursátiles del mundo acumula ya revalorizaciones anuales.

La desconfianza del mercado hacia los activos españoles también se dejó notar en la renta fija. El bono a 10 años de España llegó a tocar una rentabilidad del 6,45% en la semana, y la prima de riesgo -diferencial extra de rentabilidad que los inversores exigen frente a la deuda alemana, considerada como la más segura- alcanzó un máximo de 417 puntos. En la sesión del viernes la presión se relajó algo y el bono cerró en torno al 6% de rentabilidad mientras la prima descendió hasta los 369 puntos básicos.

Los inversores castigaron a Italia tanto o más que a España. Su Bolsa perdió un 13% en la semana y la prima de riesgo de la deuda italiana superó por primera vez en la historia al diferencial español, cerrando el viernes en 373 puntos básicos.

Como suele ser habitual en los periodos de pánico, los inversores dirigieron sus carteras hacia los considerados activos refugio. La rentabilidad del bono alemán a 10 años -se mueve de forma inversa a su precio- pasó en la semana del 2,53% al 2,34%. Por su parte, el rédito del bono estadounidense cayó del 2,79% al 2,53%. Otro de los grandes beneficiados de las turbulencias es el oro. El precio de la onza alcanzó otro máximo, pasando en cinco sesiones de 1.627 dólares la onza a 1.656 dólares. En el mercado de divisas las preferencias de los inversores se centraron en el franco suizo, cuya cotización pasó de 1,27 dólares por franco a 1,30 dólares. En el caso del euro, la semana se saldó con una depreciación del 0,9% frente al dólar.

La amenaza de un estancamiento económico mundial pasó factura a aquellas materias primas más ligadas al ciclo como el petróleo. El precio del barril de brent (crudo de referencia en Europa) cerró el viernes en 108 dólares frente a los 116 dólares a los que comenzó a cotizar el lunes.

Los inversores no deben desabrocharse los cinturones. La semana que empieza mañana también se presenta movidita.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.
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