Un sindicalista de la Guardia Civil lamenta sus ataques a una juez

Al guardia civil de Lugo Javier Martínez Blanco, que se enfrenta a un juicio por injurias y calumnias presuntamente vertidas contra dos de sus mandos y la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, Estela San José, no le duelen prendas en lamentar "todo lo que la magistrada pudo haber pasado" debido a sus ataques. La denuncia contra el agente se produjo luego de comentarios injuriosos vertidos en la Red a través de un foro de la Guardia Civil, el Faro Verde. En la declaración de la juez San José ante la instructora del caso, su compañera del juzgado número 1 Pilar de Lara, la magistrada denunció que estas notas en Red le afectaron en la relación con su pareja y su familia e incluso estuvo a tratamiento psicológico.

Martínez Blanco, secretario general de una asociación de guardias, militaba cuando se produjeron los hechos, en 2007, en la Unión Federal de la Guardia Civil. El agente, con más de 20 de años de servicio en Lugo, aclara que tanto con la juez San José como con el actual comandante de la Guardia Civil Jesús Borjas, otro de los querellantes, llegó "a un acuerdo verbal en el mes de octubre para no ir a juicio". Los comentarios en la Red atribuían a San José y Borjas una relación sentimental. "Es algo privado entre ellos y yo, que soy el querellado, y no hay más que decir". En cuanto al coronel Herrera-Lora el otro querellante, que era en 2007 jefe de la comandancia de Lugo y está imputado en la Operación Carioca contra la prositución, Martínez Blanco asegura que ni se ha "planteado llegar a un acuerdo con él". El Juzgado de lo Penal número 2 ha convocado y citado a las partes para el 23 de noviembre.

Expedientado

Martínez Blanco, con una experiencia de 11 años en asociaciones de la Guardia Civil, se ha visto sometido a dos expedientes disciplinarios. "Incluso se me intentó juzgar por el Togado Militar y no lo consiguieron", explica. "Yo llevo mucho tiempo en asuntos asociativos y conozco cómo trabajan desde la otra parte. Los errores que uno comete tiene que asumirlos, no se trata de eludir ninguna responsabilidad". El denunciado relaciona la publicación de la querella en esta periódico con una represalia por su actividad de sindicalista, aunque al mismo tiempo admite los excesos cometidos en el foro de Internet: "Uno se calienta y vierte expresiones que no son muy éticas. No lo puedo negar".