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Entrevista:ASCHWIN WILDEBOER | Finalista en 50m espalda | NATACIÓN | Mundiales de Shanghái

"Los japoneses me cambiaron la técnica"

Diego Torres

Hace dos años, en los Mundiales de Roma, Aschwin Wildeboer (Sabadell, Barcelona; 1986) fue cuarto en los 50 metros espalda. Hoy, el nadador más consistente del equipo masculino español busca el podio.

Pregunta. ¿En qué cambiará este 50 respecto al de Roma?

Respuesta. En la salida sobre todo. Antes saltabas y llevabas los pies hacia fuera para no golpear el agua. Yo los llevaba demasiado arriba y chocaba con el agua con las espinillas. Ahora lo que hago es saltar y dejar las piernas muertas, a ras del agua, pero sin arrastrar. Y cambié un poco el nado, aunque en el 50 es menos relevante que en el 100. La clave es repetir los movimientos hasta la perfección. Eso o ser un velocista puro y aprovechar la potencia, lo que no es mi caso. En esta final solo tres o cuatro podríamos nadar un 100 en condiciones. Los demás son especialistas del 50: Tancock, Zandberg, Thoman...

P. En 2009 dejó de entrenarse con el equipo danés y volvió a España. Ahora está en Dinamarca otra vez...

R. En Roma terminé un poco saturado e ilusionado con tomarme las cosas con otra mentalidad. Pero enseguida me di cuenta de que no era la mejor opción y volví a Dinamarca. Desde entonces, todo el trabajo lo he enfocado a los Juegos de Londres.

P. En Pekín y Roma, la revolución técnica se centró en el nado subacuático. ¿Ha cambiado sin el bañador impermeable?

R. Lo que ha cambiado ha sido el nado completo. El bañador ayudó a verificar que corrigiendo determinados aspectos podías llegar a tener un beneficio similar.

P. ¿En qué ayudaba?

R. En la frecuencia baja. Eras capaz de nadar 50 o 100 metros más rápido con menos frecuencia de brazada y piernas. Así acumulábamos menos lactato y acabábamos más rápidos.

P. ¿En qué modificó su nado?

R. En espalda he cambiado la frecuencia de los pies. Pero lo más complicado ha sido la brazada. Ahora doy una más dura, más rígida, que exige mucho más trabajo del tronco superior. Normalmente, se ha tenido la idea de que para una buena espalda hay que hacer mucha rotación y, poco a poco, gracias a los japoneses, esto ha ido cambiando.

P. ¿No le cuesta hacer las palancas en el agua sin ayudarse con el tronco?

R. Probablemente la brazada sea más débil que cuando hacía rotación, pero gracias a la posición más estable del torso voy más por encima del agua y el rendimiento es mayor. Sale a cuenta. Puedes lograr más velocidad.

P. ¿También se han introducido estos cambios en libre?

R. Muchos nadadores cada vez rotan un poquito menos. Pero hay que tener el talento de nacimiento o gran habilidad para cambiarlo. Tampoco es nuevo: Van den Hoogenband tenía una rotación inferior a los demás.

P. ¿Qué tienen los japoneses que los hace tan innovadores?

R. El entrenamiento es durísimo. Tienen un tronco y unas piernas mucho más fuertes. Esto les permite una posición muy alta al ser capaces de picar piernas mucho más que nosotros. Trabajan mucho la técnica y hacen muchos estudios biomecánicos. A mí no dejaban de decirme que rotara menos, que mantuviera la cabeza más rígida. Al principio, no iba a ningún lado con eso. Me sentía fatal. Pero salí convencido de que esta es la nueva manera de nadar espalda a alto nivel.

Aschwin Wildeboer, ayer tras las series clasificatorias.
Aschwin Wildeboer, ayer tras las series clasificatorias.F. XAVIER (AFP)

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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