Central nuclear de Ascó
Si el 1 de octubre se decide renovar el permiso para que continúe en activo la central nuclear de Ascó (Ribera del Ebro, Tarragona), después de 29 años de funcionamiento y un centenar de problemas serios en su currículo, muchos de ellos ocultados a la opinión pública, se pondrá de manifiesto que la experiencia de Japón no ha servido para nada y de nuevo quedará evidencia palpable de que el hombre es el único animal capaz de tropezar tropecientas veces en la misma piedra sin aprender nada en absoluto. Tampoco estará de más recordar la responsabilidad que tienen los medios de comunicación que han dejado de hacer noticiable lo que sigue pasando en Japón con respecto a las consecuencias de la contaminación medioambiental y agroalimentaria, ni de los movimientos sísmicos que se siguen produciendo.
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