Santiago retira el permiso a los actos de grupos independentistas convocados para el día 25

Las celebraciones del 25 de julio para los grupos independentistas Causa Galiza y Briga terminan antes de comenzar. A lo largo de esta semana recibieron una comunicación del Ayuntamiento de Santiago en la que deniega la autorización a Briga para organizar conciertos en la madrugada del día 25 en el parque de Belvís y a causa Galiza una romería con actuaciones y actividades deportivas en el parque de Fermín Bouza Brey. El ayuntamiento alega para el primer caso problemas de ruido y para el segundo de seguridad, ya que el parque es cercano a una vía de acceso de la Praza do Obradoiro, "coincidiendo con los actos del día 24 y 25 de julio a los que asisten un importante número de autoridades con motivo de la Ofrenda" al Apóstol. La recomendación, indica el ayuntamiento, procede de la policía local. Causa Galiza mantiene su manifestación, autorizada por la Delegación del Gobierno.

Las dos actividades contaban desde finales de junio con un permiso expedido por la concejalía de Medio Ambiente del Gobierno local en funciones, por lo que la organización, contratación de grupos y proveedores ya estaba cerrada. Fuentes municipales sostiene que "nunca hubo autorización dictada por el órgano competente", que sería, dicen, la policía local o la concejalía de seguridad ciudadana o tráfico. Ahora, las organizaciones están buscando alternativas para los actos a 24 horas de su celebración. Causa Galiza reclama al ayuntamiento que fije un lugar apto para la celebración, mientras que Briga advierte que prepara una "jornada agitativa", que sustituya a los conciertos. Ambos grupos preparan también recursos por vía judicial. También coinciden en criticar el "ataque a las libertades" que supone la decisión.

Las dos actividades se vienen organizando desde hace años en el Día da Patria en el parque de Belvís. "Llevamos seis ediciones y siempre nos concedieron autorización sin problemas", indican desde Briga. La alternativa del consistorio, dicen, era que los conciertos, que empiezan a las 23.00 h., acabaran a medianoche, "que es como decir que lo prohíben pero con otras palabras".