La catedral de Santiago pagará sus gastos con visitas guiadas
El objetivo es recaudar un millón de euros y pagar el mantenimiento del edificio
La catedral de Santiago se marca un plazo de cinco años para llevar a cabo por completo su plan. Desde 2016 deberá poder recaudar anualmente al menos un millón de euros. Lo justo para autofinanciarse y autogestionarse, pagar el personal y el funcionamiento de un complejo sistema de seguridad, y acometer el mantenimiento a medida que vayan surgiendo los problemas, sin esperar a que el daño en el patrimonio desborde las posibilidades económicas de la basílica y sin necesidad de recurrir a las ayudas públicas y los patrocinios privados para las obras. Está todo calculado, incluso las tarifas que se cobrarán al público por los diversos servicios extraordinarios que se ofrezcan al margen del culto y el acceso gratuito a este templo de peregrinación.
Habrá recorridos nocturnos y se alquilarán salas del palacio de Xelmírez
La Fundación Catedral de Santiago, que depende del Cabildo y existe desde 2008, ha reformado sus estatutos para empezar a funcionar como brazo ejecutor del gobierno catedralicio, con oficina técnica y personal seglar como un arquitecto y un aparejador. Además, ha nombrado nuevos responsables y lleva un año concretando el plan para sacarle partido al monumento europeo que abre más horas al día. En toda la UE, no hay otro que abra sus puertas los 365 días desde las 7.00 horas hasta las 21.00, y todo esto, por definición, sin cobrar.
En poco tiempo habrá también visitas nocturnas, una de las fuentes de ingresos que promoverá en adelante la catedral para autofinanciarse. Cobrar entrada a los peregrinos, entendiendo el término peregrino en su sentido más amplio (también el mero turista), y fieles no se hará. Es un compromiso que siempre ha mantenido el gobierno de la catedral, pese a que recibió de la Administración sugerencias en sentido contrario. Es una renuncia importante, porque hoy prácticamente todas las catedrales de España que son cabecera de un arzobispado cobran entrada. Incluso la inconclusa Sagrada Familia de Barcelona financia el 99% de sus dilatadas y costosísimas obras con lo que recauda en taquilla. Al año, la seo que consagró en noviembre el Papa recibe en torno a dos millones de visitantes (la catedral de Santiago registra una cifra ligeramente superior) y obtiene de ellos 20 millones de euros.
Por no cobrar, hasta ahora la catedral ni siquiera ha reclamado una parte de las ganancias que obtienen los guías particulares que a diario recorren la catedral con grupos de turistas. "Si en algo hemos pecado siempre ha sido en ofrecerlo todo gratis", reconoce el director gerente de la fundación, Daniel Lorenzo, que además es canónigo fabriquero y responsable de la comisión de Cultura y Arte del Cabildo. "El robo del Códice Calixtino no nos desalienta. Voy a dedicar todas las horas a sacar adelante este proyecto", promete el miembro más joven del cabildo. Entre las actividades alternativas y de pago que va a ofrecer la catedral para obtener un "retorno económico" estarán las visitas programadas a la torre del reloj, la Berenguela, "que fue tallada para ver de cerca, no desde el suelo, y es el punto más alto de la ciudad", dice Lorenzo; también se ofrecerá la opción de acceder al claustro; se potenciarán los museos, en plena remodelación, con autoguías a un euro; se "optimizarán" los recorridos por las cubiertas; se alquilarán estancias vacías del palacio de Xelmírez para la organización de eventos; se mejorarán las tiendas y se "estudiará producir recuerdos de calidad, atractivos y con tirón".
También, como ya se ha dicho, se organizarán visitas nocturnas porque, según explica el director de la fundación, la de la noche es una experiencia totalmente distinta a la visita diurna, tanto por lo que se ve como por "los sonidos", aunque algunas de estas citas programadas también podrían estar ambientadas con música de órgano en directo. Los precios de las entradas (con descuentos para la tercera edad y los niños) variarán según la actividad de la que se trate, pero se situarán entre los tres euros que se estudia cobrar por visitar la torre del reloj y los diez del paseo guiado por las cubiertas.
Cámaras de seguridad
El millón de euros anual que necesita recaudar al menos la catedral para poder autofinanciarse no garantiza sin embargo su autonomía total. "Siempre vamos a necesitar del apoyo de las instituciones", reconoce Daniel Lorenzo, que también habla de la posibilidad de implicar a empresas y a particulares, "amigos de la catedral", que podrían obtener, respectivamente, exenciones fiscales y descuentos en las visitas. El Plan Director de la Catedral, pergeñado por el Cabildo, la Xunta, el Gobierno central y el Ayuntamiento a través del Consorcio de Santiago, calcula que la restauración completa que necesita la basílica (cuyo deterioro ha sido galopante desde hace dos décadas por el uso del hormigón en las obras) costaría hoy por hoy 30 millones.
El plazo máximo que se fija el plan para llevar a cabo esta rehabilitación es de diez años, pero el propósito es acortar lo más posible el margen. En estos 30 millones también se incluye la puesta en marcha de un sistema de seguridad más eficaz, con detectores y más cámaras de las que ahora hay. Después de la desaparición del Códice, este apartado del proyecto se ve como una urgencia. "Con más medios técnicos y humanos hubiera sido más difícil robarlo", lamenta Lorenzo.
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