El tripartido que gobierna Orihuela logra estabilidad con la entrada de los liberales

Tras cinco semanas de sobresaltos, salpicadas con amagos de dimisión, Monserrate Guillén, alcalde de Orihuela, de Los Verdes con el apoyo del PSPV, ha sellado un pacto de Gobierno el Grupo de Centro Liberal Renovador (CLR)-Claro. El regidor se garantiza así un apoyo estable ante el mandato recién estrenado merced a la mayoría absoluta del tripartito (seis ediles del PSPV, cuatro del CLR-Claro y 3 de Los Verdes). En la oposición quedan los 12 concejales del PP. La consolidación del gobierno progresista oriolano se materializó justo el día en el que se hubiera cumplido el 25º aniversario de la llegada al poder local de Orihuela del PP.

El acuerdo refleja un reparto proporcional de las delegaciones municipales entre las tres fuerzas del tripartito. Desde el plano estrictamente de los grupos políticos, el pacto no refleja ni ganadores ni vencidos, pero en el plano individual sí que se ha producido una merma de protagonismo de los líderes de las formaciones que auparon a Monserrate el pasado 11 de mayo a la alcaldía, Antonia Moreno, por parte del PSPV y Pedro Mancebo, por las filas socialistas. Moreno y Mancebo, primer teniente de alcalde y segundo, respectivamente, compartirán la portavocía del equipo de gobierno en el pleno. Sin embargo, las delegaciones que dirigirán no son las más significativas ni las de mayor presupuesto.La portavoz del Grupo Municipal Socialista, Antonia Moreno, antes de la entrada de los liberales en el Gobierno, llevaba la delegación de urbanismo, ahora dirigirá las áreas de planificación y proyectos, relacionales institucionales y pedanías. Y el portavoz de CLR dirigirá las áreas de turismo y comunicación.

No obstante, el Grupo Socialistas mantiene el control del urbanismo con otro concejal y las delegaciones del Cultura, sanidad, deportes, Educación, fiestas y bienestar social. El Centro Liberal Renovador controlará personal, recursos humanos y contratación, hacienda, fomento, industria, costa y playas. Y los Verdes, al margen del premio gordo de la alcaldía, medioambiente, patrimonio, modernización y seguridad ciudadana.

El pacto del tripartito también un incluye un acuerdo para el sueldo de concejales y asesores de la nueva corporación. Este apartado provocó el primer enfrentamiento claro entre el PSPV, Los Verdes y los liberales, luego del pleno de constitución del 11 de junio cuando los últimos votaron la candidatura de Guillén a la alcaldía oriolana. El portavoz del CLR-Claro mostró una férrea oposición a la propuesta de sueldos que llevó al pleno de principios de mes el alcalde. Mancebo y otra edil de su grupo votaron con el PP y tumbaron la iniciativa del regidor Guillén.

Ayer, el alcalde señaló que hay un acuerdo para el pleno de funcionamiento de la corporación, previsiblemente, el lunes día 25, aunque declinó desvelar los detalles del mismo. El regidor se limitó a comentar que la propuesta para los nuevos sueldos y asesores de la corporación supondrá un ahorro del 20% respecto al presupuesto para ese apartado en el anterior mandato.

Superadas las tensiones internas del tripartito, los tres líderes de la coalición gubernamental de Orihuela comparecieron en una rueda de prensa conjunta para dar a conocer el nuevo equipo de gobierno.

Guillén, Moreno y Mancebo, coincidieron en señalar que con el pacto se abre una nueva etapa en el Ayuntamiento de Orihuela, cuyas premisas serán "la transparencia, honradez y la participación ciudadana". "Venimos a demostrar que no hay otra forma de gobernar si no es contando con todos", señalaron. Igualmente destacaron que el reparto de las competencias "es proporcional y objetivo" en relación con la representación alcanzada en las urnas por cada uno de los tres socios.

El pacto del centro y la izquierda cierra definitivamente la etapa de 25 años de gobiernos conservadores en la capital de la Vega. Los tres regidores del PP que han ocupado el cargo, desde Luis Fernando Cartagena pasando por José Manuel Medina hasta la última, Mónica Lorente, han acabado salpicados por casos de corrupción. Los gobiernos del PP han estado implicados en supuestas tramas, que han desembocado en el caso Brugal.